Venía hacia casa con intención de publicar alguna noticia tipo ‘inocentada’, algo divertido por ser hoy el día de los Santos Inocentes. He encendido el ordenador y me he encontrado un correo con este asunto Bravo ha muerto. He deseado que fuera una borma de mal gusto, pero no era así. En el correo también venía el enlace a esta noticia en el Pais.
Para los que fueron a la FIO en los últimos tiempos, Bravo era ese señor mayor que se sentaba bajo la sombrilla, firmaba su libro, y corregía de su puño y letra las erratas de sus memorias, después de firmar el libro. Para los aerotrastornados era memoria viva de la Aviación Republicana.
Es imposible resumir su vida en una sola entrada de un blog, diremos de él, para los que no conocen su historia que era un hombre culto, con estudios en alemania y dominando varios idiomas, fue fiel a sus ideales. Fue aceptado en la Aviación Republicana y tras participar en los cursos de vuelo de Kirobabad voló en la Guerra Civil Española, así como en la Segunda Guerra Mundial. Escoltó a Stalin en vuelo a la conferencia de Teherán, y sería obligado a licenciarse con el grado de Teniente Coronel del Ejército del Aire Soviético. Tras su vuelta a España le sería reconocido el grado de Coronel del Ejército del Aire.
Como se decía en la Primera Guerra Mundial, el 26 de diciembre de 2009 Jose María Bravo partió hacia el Oeste.
Descanse en Paz