Nancy Wake, una de las mujeres más condecoradas en guerra, murió en Agosto de 2011

No me gusta por lo general alabar las acciones de guerrilleros, espías ni demás acciones encubiertas. Hay algo en todo ello tan sucio como un francotirador que elimina lo poco que hay de noble en la guerra.

En cualquier caso, la persona que acaba de fallecer este mes, bien se merece ser recordada por su excepcional valor ante el enemigo en condiciones extremadamente adversas, profesionalidad y lo azaroso de su vida.

 

Nancy Wake, neozelandesa, empezó en la resistencia mientras vivía en la Francia de Vichy casada con un rico industrial francés. Allí se convirtió en mensajera de la resistencia y en un importante eslabón de la red de fugas. Traicionada en 1943 es perseguida por la Gestapo que la apodó el “ratón blanco” y logra huir a España no sin muchos problemas e incluso siendo detenida por los alemanes en el trayecto. Su marido entretanto, es detenido, interrogado y ejecutado por los alemanes.

 

De allí llega a Inglaterra donde se une al SOE y regresa en abril de 1944 para coordinar las actividades de la resistencia con vistas al inminente desembarco de Normandía. Llega incluso a entablar combate cuerpo a cuerpo en operaciones de ataque a las guarniciones alemanas.

 

Entre sus múltiples condecoraciones destaca la triple concesión de la Croix de Guèrre.

Murió el 7 de Agosto a la edad de 98 años.
 

Le tocó luchar una guerra sucia y lo hizo hasta el final. Una muestra de servicio más allá del deber.

 

Descanse en paz

 

vía The Echonomist

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