Oskosh es conocido por todos los aerotrastornados y muchos soñamos ir allí alguna vez.
Y si se pueden ver imágenes como estas…. ¡¡seguro que habéis visto fotos con esta formación!!
Oskosh es conocido por todos los aerotrastornados y muchos soñamos ir allí alguna vez.
Y si se pueden ver imágenes como estas…. ¡¡seguro que habéis visto fotos con esta formación!!
Cuando se habla de un motor rotativo unos piensan en los motores Wankel y otros en los motores radiales que giraban junto con la hélice para moverla… como el del Sopwith Strutter. Por eso hemos escogido hablar en el título de Wankel directamente.
Este motor es un motor de explosión, de ciclo Otto, y como un coche de gasolina, tiene los cuatro tiempos típicos:
Ahora empiezan las diferencias. En un motor alternativo, con varios cilindros, el pistón sube y baja en el cilindro, en el primer paso, se abren las válvulas para admitir mezcla de combustible y el pistón baja. Al subir comprime el gas, y cuando el gas está comprimido se produce su ignición, que hace que se expanda y se desplace hacia abajo. Desde abajo, arrastrado por el cigüeñal, comenzara la fase de expulsión de los gases, con la válvula de salida abierta.
En el motor Wankel se realizan todas estas fases, los Cuatro Tiempos,pero con el girando continuamente. Primero os lo explico y a continuación vemos el vídeo…
El motor Wankel tiene una cavidad bi-lobulada en la que se mueve un rotor triangular, con un eje excéntrico. En los vértices, un complicado sistema de segmentos garantiza la estanqueidad de las distintas cámaras. Durante su rotación entra mezcla a una de las cámaras, y la rotación del rotor triangular la comprime contra las paredes de la cavidad bilobular. Una vez comprimido el aire, unas bujías situadas en el lado opuesto a las válvulas de admisión se encargan de la ignición de la mezcla, que se expande obligando a girar al rotor. Finalmente, el giro del rotor fuerza a salir la mezcla quemada por una válvula situada por debajo de la de admisión.
Aviones ligeros, ruedas de tundra, flaps abajo, bordes de ataque ranurados… frenos puestos, motor al máximo, la corriente de la hélice sopla los flaps y la cola. La cola se levanta del suelo solo con el aire soplado por la hélice, fuera frenos y… ¡al aire!
El aterrizaje es parecido. El alto ángulo de ataque se lo pueden permitir por la ranura de borde de ataque. Además la hélice vuelve a actuar como dispositivo de soplado de la capa límite a traves de los flaps y las ranuras. En unos pocos metros ha aterrizado.
Y ahora… disfrutad del vídeo.
Hace unos días publicábamos sendos textos de Reinhart sobre el 70 aniversario de aquél «nunca tantos debieron tanto a tan pocos«, y sobre el perímetro de Pusán.
Hoy os traemos tres vídeos, grabados utilizando un simulador de vídeo, para recordar los hechos acontecidos en aquellos días
25 de Junio de 1950, el domingo que el ejército norcoreano cruzó el Paralelo 38, la división marcada al fin de la IIGM para delimitar las zonas de ocupación americana y soviética.
El último lustro de la década de los 40 había sido muy convulso, la guerra fría recién nacida, estaba a punto de calentarse con la primera prueba en 1949 de la bomba atómica rusa. La estrategia comunista en Europa estaba más que clara y el enfrentamiento ideológico era un hecho. Ambas potencias amparaban un gobierno “legítimo” para la totalidad de la península sin embargo, ninguna de las partes estaba dispuesto a dejar el gobierno de la nación en manos de sus oponentes.
A diferenciad e los aliados que mandaron sus ejércitos al chatarrero en cuanto se firmó la paz, la URSS disponía en 1950 de un enorme excedente de vehículos blindados, relativamente anticuados pero aún inexpugnables a las armas de infantería estadounidense. Stalin supo apreciar la ocasión.