Continuamos con las noticias de desarrollo de aeronaves capaces de lanzar piaras de misiles. En este caso, un avión no tripulado capaz de cargar todos los misiles existentes actualmente en el inventario estadounidense, y lanzarlos.
Este tipo de aeronave encaja perfectamente dentro de las filosofías de enjambre y punto fiel que tanto hemos mencionado en los últimos tiempos, y dotarían a cualquier vuelo, liderado por un humano o no, de una capacidad extra de combate aire-aire, en especial actuando en conjunción con los cazas de cuarta generación.
Los cazas de 4Gen no son invisibles al radar, se pueden detectar con facilidad. Si en cada vuelo de este tipo de cazas hubiera unos cuantos puntos fieles cargados de misiles anti aéreos, podrían ser enviados por delante del vuelo a combatir contra los aviones enemigos, manteniendo a los cazas tripulados a distancia segura, antes de entrar en combate.
Recuerda, en concepto, al Douglas F6D Misileer, nacido como «camión de misiles», pero no tripulado. Eso sí, Long-Shot no es en sí el avión de combate que actuará en conjunción con los aviones tripulados, sino un demostrador tecnológico para ensayar la viabilidad y las distintas soluciones técnicas que se pueden aplicar. Un prototipo,.
Iniciado en 2020, la compañía anunció el 11 de septiembre que está lista para comenzar las pruebas aéreas del programa LongShot en 2024, bajo contrato de la secreta Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) de Estados Unidos.
El objetivo del programa LongShot es cambiar el paradigma de las operaciones de combate aéreo al demostrar un vehículo lanzado desde el aire y no tripulado capaz de utilizar armas aire-aire actuales, aumentando significativamente el alcance de combate y la eficacia de las misiones. El programa diseñará, fabricará y realizará pruebas de vuelo de un sistema de demostración para demostrar la viabilidad del concepto LongShot.
DARPA
Durante los últimos tres años, GA-ASI ha iterado en numerosos diseños de vehículos para optimizar el rendimiento y completará el diseño, ya en ruta hacia las pruebas de vuelo en 2024. Las pruebas validarán las características básicas de manejo del vehículo y sentarán las bases para el desarrollo y las pruebas posteriores.
El concepto LongShot está específicamente dirigido a cazas de cuarta generación existentes, como el Lockheed Martin F-16 y el Boeing F-15. Si bien las mejoras en sensores y aviónica han aumentado considerablemente las capacidades de las plataformas de cuarta generación, la falta de tecnología furtiva hace que los aviones sean vulnerables a las defensas aéreas modernas.
Un portador de misiles no tripulado como LongShot permitiría a los cazas visibles en el radar y a sus pilotos lanzar misiles aire-aire, manteniéndose a salvo y fuera del alcance de las defensas enemigas, un concepto que el Pentágono denomina «distancia segura».
GA-ASI