Loïc Blaise acompañado del astronauta ruso Valéry Tokarev, apoyados por Life Odyssey, se lanzarán a la aventura a mediados del próximo abril, circunvalando el ártico en un ultraligero anfibio ruso. La aventura espera lanzar una llamada de atención sobre la ecología y la desaparición de los grandes glaciares, y de paso sobre la esclerosis múltiple, enfermedad que sufre Loïc y para la que quiere recoger fondos.
Loïc Blaise era un piloto de aerolínea que además tenía la gran fortuna de poder volar en el emblemático Catalina. Todo cambió a partir de la esclerosis múltiple, cuando perdió todas sus habilitaciones, salvo la de ultraligero. Loïc dice que durante 18 meses estuvo sumido en un estado depresivo, y que entonces despertó y aplicó aquello que había aprendido durante sus años como piloto en caso de emergencia: ¿Qué funciona todavía? ¿cuáles son las opciones posibles? y de ahí al ¿cuáles son las nuevas rutinas inducidas por la enfermedad? Eso, unido a recordar sus lecturas juveniles sobre aventuras en el Norte y aquél misticismo regenerador del que envolvían los geógrafos medievales al norte(sólo recordar la Rupes Nigra, incluso representada por Mercator), junto con una emisión de la BBC tratando estos temas le llevó a decidir que volvería a volar…y al rededor del Ártico. Para hacerlo necesitaba un avión ULM robsuto, y en la feria de Friedrichshafen conoció a Valéry Tokarev, al que le presentó su proyecto. Éste último, ilusionado por el proyecto, se propuso ayudarle y consiguió para realizar el vuelo un prototipo de avión ultraligero anfibio ruso, el Polar Kid.
La elección de este avión ruso, de 310kg de peso en vacío, se debe a su bajo consumo y su velocidad de crucero: apenas 12 litros cada hora (3 galones estadounidenses cada 100 millas náuticas a 175km/h).
Ambos pilotos sobrevolarán Rusia, Estados Unidos, Canadá, Groenlandia, Islandia, Islas Feroes, Noruega, Suecia, Finlandia… ¡así que son muchos los permisos a conseguir!
Los fondos para la expedición son aportaods en su mayoría por la Fundación St. Exupéry, la Fundación Latécoère y el fabricante del hidroavión Aero Volga. Además se lanzó una campaña de suscripción popular en diciembre.
El vuelo no solo está destinado a concienciar sobre la desaparición de los glaciares y a la recogida de fondos para la la investigación de la esclerosis múltiple. Además pretende estar dedicado a todos los niños hospitalizados de larga duración
El vuelo se iniciará en la primavera, época a partir de la cual hay casi 24h de luz diarias en el ártico. De este modo, al solo poder volar en VFR, ¡sólo se tendrán que preocupar de la meteo y no de la cantidad de luz!El equipo prentende cubrir 20000km en 80 días (tienen previstas 50 escalas), en etapas de 500 a 800km diarios, con temperaturas que varían entre +10 y -15ºC ¡al sol! Y que pueden llegar a -30ºC a la altitud de vuelo.
Además de llamar la atención sobre la esclerosis múltiple, pretenden realizar el vuelo a baja cota para fotografiar y filmar los glaciares, que están desapareciendo, y dejar registro de lo que una vez hubo ¡si es que no se consigue detener antes su deshielo!.
Como la parte ecológica del vuelo es importante y también pretenden concienciarnos acerca de la ecología, se calculará cuál es el impacto en CO2 del vuelo y se plantarán árboles para compensarlo. Por supuesto, también está planeado rodar un documental.
Vía Aero Buzz, vídeo, para más información Life Odyssey. Todas las fotos vía Life Odyssey