El CF-18 Demo Team de la Royal Canadian Air Force ha pintado sus Hornet en los colores que lucían los Spitfires y Hurricanes que volaron unos 100 canadienses (de los cuales murieron 23) en Batalla de Inglaterra.
El CF-18 Demo Team de la Royal Canadian Air Force ha pintado sus Hornet en los colores que lucían los Spitfires y Hurricanes que volaron unos 100 canadienses (de los cuales murieron 23) en Batalla de Inglaterra.
Y no, no es un fake. La foto es real y fue tomada en los años 80. El Mustang es el Jeannine 69, ganador de las carreras de Reno en 1981. Justo después de ganarlas, su equipo se propuso batir algunos records más, incluido el del avión de pistón más rápido del mundo (deberíamos listarlo junto con estos). Y querían una foto impactante para la prensa, ¿y qué podía ser más impactante que volar su Mustang en formación con el Blackbird?
Había que superar varias barreras, unas en la Lockheed y otras en la USAF. Convencer a la gente de Skunk Works debía ser más fácil que levantar la prohibición de que aviones civiles se aproximaran al SR-71.
Llegaron a la conclusión de que se podría hacer la foto si el SR-71 bajaba su velocidad hasta los 450 nudos, y si el Mustang exprimía su motor de carreras al máximo para llegar a esa velocidad. El Mustang fue ocultado de los radares de la USAF apantallado por los T-38 que solían acompañar al Blackbird en sus vuelos de prueba. Eso sí, cuando las fotos estuvieron reveladas… les dieron una copia a cada uno de los que habían participado en el asunto bajo la promesa de que no las publicaran ni las usaran con fines publicitarios.
Podéis ver todas las fotos y leer la historia completa en All Things Aero.
El vídeolleva dando vueltas varios días por muros de Facebook y por Twitter, junto con enlaces a la agencia rusa de noticias RT. Incluso ha sido ya comentado por las revistas occidentales PopSci y Business Insider.
Una de las mayores preocupaciones europeas es el control del Mediterráneo, no solo por la inmigración ilegal, si no por la creciente actividad del Estado Islámico. Así pues, las actividades de Vigilancia Marítima SAR, que siempre han sido vitales, están siendo o han sido reforzadas. Pero la actividad de Vigilancia Marítima SAR es cara. Muy cara. Poner infinidad de aviones o helicópteros a patrullar fronteras, en este caso las marítimas, a la espera de ver si “ocurre algo”.
Este tipo de misiones son las que vienen a los UAV como anillo al dedo (los UAV son idóneos para realizar las misiones D3 -Dull, Dirty, Dangerous- de forma económica). Y sin embargo aún no tenemos aviones no tripulados encargándose de patrullar nuestras costas. Ni los tendremos en una larga temporada. Para integrar los UAVs en el espacio aéreo hay que solucionar aún un detalle muy importante: el “Ver y evitar” (sense and avoid en los textos en inglés). No hay desarrollado ni certificado ningún sistema sense & avoid que instalar en los UAVs que permita su segura introducción en el espacio aéreo no segregado. Así pues la vigilancia marítima y patrulla de fronteras sigue consignada a helicópteros y aviones grandes (P-3, CN 235…)