Airhart Sling, tan fácil de volar como conducir un coche

Uno de los eternos sueños de los fabricantes de aviones es lograr dar con el avión que sea el «Ford T del aire«, o en el caso de España el SEAT 600 del aire. Que sea barato, fácil de volar, y que por tanto popularice el avión como transporte aéreo, y que en lugar de tener un coche aparcado en la puerta de casa, el ciudadano medio pueda aspirar a tener un avión propio para sus desplazamietnos habituales.

Cockpit simplificado de Airhart

Ha habido distintos intentos, de tal modo que no solo se abarataba la construcción, sino que también su pilotaje. La aproximación más habitual ha sido el diseñar la aeronave con control en sólo dos ejes, como el Ercoupe de Jessica Cox, el Piojo del Cielo o el Gwinn Aircar, que incluso se pilotaba con volante de coche. ¡Si hasta se ha intentado con autogiros!

Más recientemente, se ha añadido mucha tecnología a los pilotos automáticos para intentar volar controlando la aeronave desde una tablet, casi como si de un videojuego se tratara. Tal es el caso de los helicópteros de Skyryse y Airbus.

Y ahora, Airhart se suma, dicen, a las propuestas de facilitar la vida a los pilotos y hacer la aviación más segura, utilizando como base una aeronave de Sling Aircraft, el modelo  TSi, que cuenta con un motor Rotax 915iS sobrealimentado, una velocidad de crucero de 170 mph (274 km/h) y un alcance de 800 millas náuticas (921 millas/1,482 km). Consume combustible a un ritmo de 7.4 galones (28 litros) por hora.

El objetivo de la empresa no solo es hacer que el vuelo autopilotado sea accesible para un mayor número de personas, sino también reducir el costo de las aeronaves pequeñas y prevenir hasta un 90% de los accidentes aéreos que ocurren actualmente.

Aunque el Sling de serie y el modificado por Airhart comparten las mismas especificaciones básicas, el avión de Airhart utiliza un único joystick conocido como Airhart Assist, en lugar de los mandos de Sling.

Según Airhart Aeronautics, todo lo que el piloto tiene que hacer es mover ese joystick en la dirección en que desea que el avión vuele. Un sistema de computadora a bordo transmite esos comandos de vuelo al motor y a las superficies de control del avión a través de un sistema electrónico de «fly-by-wire», realizando automáticamente las combinaciones de deflexión de mandos necesarias para llevar a cabo las maniobras deseadas.

La aeronave también automatiza procesos como la presentación de planes de vuelo y la realización de listas de verificación previas al vuelo.

«Queremos que sea mucho más parecido a una experiencia de conducción típica, donde introduces un destino en un GPS y nuestro software calcula la mejor ruta para llegar allí, teniendo en cuenta el terreno, el clima, la congestión del espacio aéreo, todo ese tipo de cosas», dice el CEO y cofundador de Airhart, Nikita Ermoshkin, un ingeniero eléctrico y de sistemas que trabajó anteriormente en el cohete Falcon 9 de SpaceX.

Los planes también incluyen que el sistema de aviónica del avión convierta automáticamente todas las comunicaciones por radio en texto que se muestre en una pantalla de la cabina. De esta manera, el piloto tendrá una transcripción de toda la información transmitida por los controladores de tráfico aéreo, en lugar de tener que interpretarla y memorizarla al vuelo.

Más adelante, el sistema podría incluso ser capaz de comunicarse verbalmente con los controladores a través de tecnología de voz automatizada.

Los pilotos de un Sling de serie requieren el mismo nivel de entrenamiento que necesitarían para cualquier otro avión privado. Pero Airhart pretende cambiar esto, con licencias también simplificadas.

«Con las regulaciones propuestas actualmente llamadas MOSAIC, están incluyendo disposiciones para aprender en aeronaves con esquemas de control simplificados como el nuestro, donde básicamente obtendrías no necesariamente una licencia degradada, sino una restricción en tu licencia que solo te permitiría volar un avión tipo Airhart-Sling»,Nikita Ermoshkin.

Añade que, en el improbable caso de un fallo de software, la tecnología de control incorpora múltiples sistemas de redundancia para compensar. Y si todo falla, el avión cuenta con un paracaídas de recuperación balística desplegable manualmente.

Airhart Aeronautics actualmente está aceptando pedidos anticipados para una primera serie de 50 Slings: un depósito reembolsable de $1,000 se destinará al precio total de $500,000. Se espera que las entregas comiencen en 2026.

«Tenemos una visión y una hoja de ruta de varias aeronaves que queremos construir, que nos mueven gradualmente hacia nuestro objetivo de construir un avión por cien mil dólares, y hacerlo disponible con todos los accesorios»Nikita Ermoshkin

Y, al ritmo que van los precios de los coches, igual acaba siendo tan asequible un avión cuatriplaza como un sedán de cinco plazas.

Airhart, vía Newatlas

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