Las regiones del norte de Quebec tienen la peculiaridad de un suelo orgánico muy profundo donde las raíces de los árboles pueden seguir ardiendo escondidas y reiniciar los incendios, denominados incendios zombie, latentes o hibernantes, a veces semanas después de que los equipos de extinción se hayan marchado. Son estos fuegos los que pueden ser más destructivos, especialmente cuando se encuentran en zonas remotas donde la vigilancia es difícil y peligrosa, y ahí es donde la tecnología de Carbonix entra en juego.
Los drones Volanti de Carbonix están siendo utilizados por el operador especializado Exo Drone y la empresa de monitorización de incendios UAS ArgenTech Solutions para identificar los fuegos ocultos bajo el suelo.
Las dos compañías comenzaron a colaborar el año pasado para inspeccionar, cartografiar y analizar incendios forestales activos en todo Canadá. Juntas, están integrando sensores y tecnologías avanzadas en sus esfuerzos, incluido un módulo de seguimiento automático de vuelo que permite que los UAS se vuelen durante el día junto con aeronaves tripuladas en lugar de solo por la noche, como es la práctica habitual para los UAS en Canadá y Estados Unidos.
Este esfuerzo llega en un momento en que Quebec está experimentando una de las peores temporadas de incendios de su historia, con las Montañas Rocosas de Canadá viendo su incendio más grande jamás registrado; una ciudad, Jasper, ha sido consumida en un 30% por las llamas que alcanzan los 100 metros de altura.
Carbonix estima que los beneficios operativos y ambientales de reemplazar las aeronaves tripuladas convencionales (helicópteros y avionetas) o los equipos terrestres con drones Volanti supondrían una reducción de hasta el 80% en el coste operativo y hasta el 98% en la emisión de CO2, a la vez que mejorarían la seguridad y la eficiencia.
Durante el período del 6 de abril al 19 de mayo de 1924, el líder de escuadrón ‘Jimmy’ Goble y el sargento Ivor Mcintyre de la RAAF realizaron el primer vuelo alrededor de Australia, en un hidroavión Fairey. Este fue un viaje épico, reconocido con el premio del Trofeo Britannia como el logro destacado de vuelo en 1924.
A lo largo de 2024 se han organizado varios vuelos para conmemorar esta historia.
James Moline será el piloto de hidroavión australiano más antiguo volando en solitario para circunnavegar Australia.
Además, replicando el vuelo original, Michael Smith volará en sentido contrario a las agujas del reloj, siguiendo la ruta y el cronograma del vuelo original, en su anfibio bimotor Seabear, desde Point Cook
Además, Cathy Babis será la primera mujer en realizar el vuelo al rededor de Australia, junto con su copiloto David Geers. Volarán en sentido de las agujas del reloj, en un anfibio Searey junto con otros aviones, aprovechando temperaturas más cálidas y vientos favorables, y evitando el final de la temporada de lluvias en el norte. A lo largo de nuestra aventura, promoverán la educación STEM y fomentarán la diversidad en todas las ocupaciones de la aviación.
Ciexunnavegación parcial, en sentido contrario a las agujas del reloj, a través del centro Rohan Whittington volará su Super Petrel comenzando en Point Cook el 6 de abril, dirigiéndose hacia el norte hasta la costa norte y uniéndose a los otros dos grupos en Broome antes de continuar en sentido contrario a las agujas del reloj.
¡Esperamos ver muchos vídeos e imágenes de estos vuelo!
En el año del centenario del autogiro, estamos intentando cubrir todos los usos, historias y países donde ha volado. Y puesto que acabamos de descubrir que la Royal Australian Air Force también ensayó el C.30 como jeep volante, pues teníamos que hablar del autogiro en Australia…
El autogiro en la RAAF
Cinco C.30 llegaron a Australia, incluyendo uno (registro VH-USQ) que fue probado por la Real Fuerza Aérea Australiana en Laverton para ver si podía ser utilizado como un «jeep volador». El autogiro tuvo resultados diversos y por diversas razones, la RAAF no lo adquirió durante la guerra.
Uno de los cinco C.30 originales que llegaron a Australia todavía existe hoy y está en exhibición en el Museo Powerhouse en Sydney.
Finalmente las primeras alas rotatorias llegarían en 1946, cuando la RAAF adquirió un Sikorsky S-51 Dragonfly con fines de evaluación.
Autogiros construidos y ensamblados en Australia
En 1961, Victa ConsolidatedIndustries diversificó la producción de cortadoras de césped (por la que era famosa) y emprendió un proyecto para construir un autogiro australiano. Sin embargo, solo se construyó el prototipo Victa R101 y no hubo más producción, ya que el fabricante decidió centrarse en la producción de aviones de ala fija.
Entre 1973 y 1974, se ensamblaron varios autogiros McCulloch J2 (diseñados por el destacado ingeniero estadounidense de helicópteros, Drago Jovanovich) en el aeropuerto de Bankstown, Nueva Gales del Sur. Si bien este tipo no tuvo éxito ni en Australia y ni su país de origen, Estados Unidos, los kits de construcción amateur comenzaron a ganar popularidad.
FLEEP: El autogiro como jeep volador en la Segunda Guerra Mundial
Conocido como Proyecto Skyward, se comenzó a trabajar en él en marzo de 1943 durante la Segunda Guerra Mundial, el DCA Fleep (contracción de Flying Jeep), como se le conocía, era una conversión de un Jeep Willys con un rotor de autogiro para poder volar a áreas de combate. La idea era entregar vehículos motorizados a las tropas de combate en las áreas selváticas de Nueva Guinea. El ejército solicitó el desarrollo de un vehículo que pudiera aterrizar en áreas pequeñas despejadas, a menudo en el fondo de un valle o barranco, rodeado de paredes empinadas.
El grupo de ingeniería aeronáutica del Departamento de Aviación Civil (DCA), dirigido por John L Watkins, estudió la viabilidad de tal idea. Se consideró que un Jeep equipado con rotor podría cumplir con el requisito, la máquina sería remolcada detrás de un Douglas C-47 Dakota. En ese momento, se disponía de tres Cierva C-30A no aptos para el vuelo (VH-USQ -que había sido evaluado ya por el ejército como aeronave STOL, VH-USR y VH-UUQ) para proporcionar componentes. Sin embargo, se descubrió que el rotor del C-30A se volvía violentamente inestable en vuelo por encima de los 170 km/h (115 mph) y la máquina propuesta necesitaría velocidades mucho más altas para una operación segura.
Se diseñó una nueva serie de rotores, siendo el primero de 13m (43 pies) de diámetro. Se construyó una estructura voladora simple pero ligera para adaptarse a un Jeep, que se sujetaba en cuatro puntos para permitir una liberación rápida. Se diseñó un prelanzador del rotor para funcionar con el propio motor del Jeep. Se diseñó un puro de cola y un empenaje desmontable para carenar la parte trasera del jeep, y se añadió otro carenado aerodinámico para el morro..
Después de unos seis meses de desarrollo, se completó el nuevo rotor con una nueva sección de perfil aerodinámico. El prototipo estaba en la etapa de montaje en Essendon, mientras se preparaban para comenzar las pruebas de vuelo, remolcado por el Dakota cuando se canceló el proyecto, argumentando que la campaña de Nueva Guinea había progresado tan bien que ya no había tal necesidad.
Es interesante destacar que se diseñó un vehículo similar en el Reino Unidom, el Hafner Rotabuggy, utilizando un Jeep, pero no se produjo en serie, ya que se canceló el proyecto al diseñarse y fabricarse planeadores de transporte, que aseguraban mayor capacidad de carga, más seguridad y más versatilidad en el transporte.
El auge como aeronave civil
A pesar de su creciente popularidad, el primer vuelo legal de un autogiro ligero en Australia no tuvo lugar hasta el 2 de enero de 1978, realizado por Bob Huggins en Victoria. Poco después, en la década de 1980, el vuelo recreativo en autogiros despegó en Australia y se fundó la Asociación australiana de ala rotatoria deportiva (ASRA).
En la década de 1990, muchos agricultores y propietarios de estaciones ganaderas comenzaron a utilizar estas aeronaves ligeras para reunir ganado y verificar los suministros en sus extensas tierras. Esto se debió en particular a las capacidades STOL (short take off and landing – despegue y aterrizaje cortos) y los bajos costos operativos de estas aeronaves, como hemos discutido tantas veces en este blog.
En 1992, el entusiasta de los autogiros y miembro de ASRA, Ian Morcombe, emprendió un vuelo a través de Australia para promover los autogiros y sus capacidades. El viaje, que duró desde el 27 de abril hasta el 17 de mayo de 1992, obtuvo un récord mundial Guinness por el primer vuelo transaustraliano en un autogiro.
Hoy
Debido a sus bajos costes operativos, el vuelo recreativo en autogiros sigue siendo relativamente popular en Australia en la actualidad, y hay alrededor de 450 pilotos y constructores registrados como miembros de ASRA en todo el país.
Como organización de aviación de autogiros auto-administrada aprobada por la autoridad aeronáutica australiana, ASRA certifica a los pilotos y constructores bajo la orientación de la Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil (CASA).
En Brisbane, Australia, se celebra cada año en septiembre el festival Brisbane Riverfire. Es conocido por las pasadas a baja cota y en la ciudad, siguiendo el río, de las aeronaves de la Royal Australian Air Force. Ya el año pasado os dejamos algunos vídeos. Y aquí van los vídeos de este Riverfire 2023, que se celebró el 2 de septiembre.
Y ya sabes, si te gusta, ¡síguenos! que tienes muchos medios disponibles para hacerlo.
Ayer hablábamos del concepto de soporte con obuses aerotransportados en Chinooks, y hoy nos toca hablar de un concepto similar que está desarrollando Australia, empleando sus HIMARS y sus Hércules de forma conjunta.
Los australianos anunciaron en eneroq ue comprarían 20 sistemas HIMARS a Lockheed. El 28 de febrero en el Avalon Airshow, Melbourne, Lockheed indicó que la capacidad de mover rápidamente el HIMARS aerotransporetado en un Hérules y poder utilizarlo rápidamente para hacer fuego y volver a despegar en el Hércules fue una de las principales razones por las que Australia seleccionó este sistema de artillería.
Wayne Harrison, ex oficial de artillería en USMC, ahora en la división de misiles de Lockheed, dijo que el término técnico para este tipo de misión es «fire raid«, pero la maniobra se conoce informalmente como «dispara y corre». Ponger los HIMARS en un C-130, volar hacia el flanco, donde quizás el enemigo no lo espere, y hacer fuego, una misión que sorprenda al enemigo, dijo Harrison.
El USMC desarrolló la técnica alrededor de 2010, según Harrison. El servicio emplea las llamadas fuerzas combinadas aire-tierra que combinan activos aéreos de ala fija, como los C-130, con fuerzas de combate terrestres, incluida la artillería HIMARS, bajo un solo comandante.
Durante un «dispara y corre», un C-130 aterrizaría y descargaría el camión HIMARS junto con su tripulación de tres personas, con municiones ya cargadas. Mientras la aeronave se posiciona para el despegue, la tripulación del HIMARS lanzaría una salva contra un objetivo predeterminado. El camión se dirigiría hacia el Hércules, ya encarado al viento en la cabecera de la pista eventual escogida, para cargar y despegar. Harrison dice que toda la operación se puede realizar en menos de 10 minutos.
El alcance del HIMARS es de 70km, combinado con la movilidad del Hércules, y su capacidad de aterrizar en cambios no preparados, en los «fire raid» permite destruir objetivos valiosos bien dentro de las líneas enemigas, dijo Lockheed.