
El nacimiento de dos cuatrimotores emparentados
En las décadas de 1940 y 1950, el fabricante Lockheed ocupaba un lugar destacado en la industria aeronáutica. En el ámbito civil, diseñó el mítico Constellation en los años 1940. Al mismo tiempo, en el ámbito militar, produjo el C-130 Hercules, el famoso transporte táctico que tuvo un éxito extraordinario.
Lockheed también produjo el L-188 Electra, un avión de línea con turbohéliceses, cuyo primer vuelo tuvo lugar en 1957. Este avión mide cerca de 32 metros de largo y tiene una envergadura de más de 30 metros. Está propulsado por cuatro motores de turbina Allison 501-D-13, cada uno con una potencia de 3800 HP. Diseñado para acceder a pequeños aeropuertos regionales de los años 1950, en los que no podían operar jets, el Electra es capaz de aterrizar en pistas cortas y no pavimentadas, requiriendo un mínimo de infraestructura en tierra, lo que lo hace muy útil en regiones aisladas.

En 1957, el año del primer vuelo del Electra L-188, la marina estadounidense solicitó a Lockheed que diseñara un nuevo avión de patrulla marítima para reemplazar sus P2V Neptune. El fabricante reutilizó la estructura de su modelo civil L-188 Electra para este nuevo aparato, bautizado como P-3 Orion.
El primer vuelo del Lockheed P-3 Orion, un avión de patrulla marítima cuatrimotor con hélices, tuvo lugar a finales de 1959 y entró en servicio por primera vez en la marina de los Estados Unidos en 1962. Se construyeron más de 750 ejemplares. El aparato mide cerca de 36 metros de largo, con el detector de anomalías electromagnéticas, y tiene una envergadura de más de 30 metros. Está propulsado por cuatro motores de turbina Allison T56-A-10W, cada uno con una potencia de 4910 HP.

El primer prototipo realizó su primer vuelo el 6 de diciembre de 1957. Muchas otras compañías aéreas se interesaron en el modelo, y pronto la lista de pedidos alcanzaba las 144 unidades. Su primer vuelo comercial fue el 12 de enero de 1959, formando parte de la compañía Eastern Airlines.
Sin embargo entre 1959 y 1960 el modelo sufrió varios accidentes mortales, en dos de los cuales el fuselaje llegó a partirse en dos en vuelo. Como era de esperar, toda la flota fue dejada en tierra hasta que se encontrara el origen del problema, y fuera subsanado.
El resultado de la larga investigación, llevada a cabo por Lockheed y en la que colaboró la NASA, dio como resultado que la aeronave sufría de graves problemas de fatiga, causada por la vibración del motor, por un mal diseño de su bancada. Toda la estructura fue rediseñada, recibiendo múltiples refuerzos estructurales, pasando todas las unidades existentes del L-188 por un programa de modificaciones que se denominó LEAP (Lockheed Electra Action Program).
Sin embargo, como ya pasara con el De Havilland Comet, la imagen del modelo había sido muy perjudicada y los usuarios no lo consideraban seguro, aun después de las modificaciones, por eso su fabricación finalizó el 15 de enero de 1961.
Sin embargo, su derivado militar de patrulla marítima y lucha antiincendios vería una vida de servicio larga y exitosa, y algunos aun siguen en servicio.
Los P3 antiincendios

En la década de 1980, los primeros Orion fueron retirados de su servicio en la marina estadounidense. Diez de ellos fueron adquiridos progresivamente por Aero Union, una compañía privada estadounidense con sede en Chico, California. Fundada en 1961, esta empresa convierte aviones en bombarderos de agua y arma una flota que pone a disposición, como contratista, de las agencias dedicadas a la protección de los bosques. La compañía trabaja para el U.S. Forest Service (USFS), una agencia del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos que gestiona los bosques nacionales del país, y para el California Department of Forestry and Fire Protection (CALFIRE), encargado de los bosques californianos.
Aero Union equipa los aparatos con un RADS 11300 litros. Este sistema, desarrollado por Aero Union, es de tipo flujo constante. La apertura de las puertas de la bodega es controlada por un ordenador para regular el flujo de retardante liberado. Este control permite obtener una línea de impacto más larga, más regular y, por lo tanto, más precisa. La tripulación está compuesta por un piloto y un copiloto.
Los aparatos de Aero Union llevan una librea característica en blanco, rojo y negro, que a veces mantienen incluso cuando vuelan para otras compañías. Dos de ellos se estrellaron con la pérdida de sus tripulaciones: el N924AU en 1991 en Florence, Montana, y el N926AU en 2005 en Chico, California.
En 2011, el U.S. Forest Service canceló su contrato de compromiso de seis aviones con Aero Union después de que estos no pasaran las inspecciones de seguridad requeridas. Este contrato representaba casi la totalidad de los ingresos de la compañía, lo que la obligó a cesar sus actividades. Los aparatos quedaron en tierra. Se organizaron dos subastas en 2012 para vender los ocho aparatos restantes. United Aeronautical Corporation (UAC) compró los activos de Aero Union en 2013 (en asociación con Blue Aerospace) y se convirtió en propietaria de los ocho aparatos. Esta empresa estadounidense, con sede en California, está especializada en el suministro de piezas de repuesto y el mantenimiento de aeronaves.
El N920AU fue desmantelado en Halifax, y el fuselaje fue recuperado por UAC en 2013. Este último fue comprado en 2022 por Planetags, una empresa que se especializa en fabricar etiquetas con el metal de construcción extraído de aparatos legendarios.
El N922AU se unió a la compañía estadounidense Buffalo Airways en 2014 y el N923AU la compañía Airstrike Firefighters LLC, con la cual continúan la lucha contra los incendios. Airstrike se encarga de la puesta a punto y el mantenimiento de los aparatos adquiridos por United Aeronautical Corporation.

El L-188 antiincendios
El Lockheed Electra L-188, un avión de cuatro motores con un pasado glorioso, ha logrado resistir el paso del tiempo y aún se mantiene en servicio en el siglo XXI. Solo ocho de estos aviones siguen volando en el mundo, operados por dos compañías dedicadas a diferentes nichos de mercado: la lucha contra incendios y el transporte de carga.
Air Spray: Esta compañía canadiense, fundada en 1967, es el mayor operador de Electra L-188. Su flota se compone principalmente de estos aviones, adaptados para operar como aviones cisterna. Sus nueve Electras tienen historias variadas, habiendo pasado por diversas aerolíneas y países antes de llegar a Air Spray. Entre sus modelos destacan:

- C-FVFH: Originalmente perteneciente a General Motors, fue usado por American Airlines antes de ser convertido a avión cisterna en 1995.
- C-FLJO: Fue utilizado por la NASA para entrenamiento y pruebas de vuelo antes de unirse a Air Spray en 2006.
- C-FLXT: Convertido a avión cisterna en 2003, operó inicialmente para Neptune Aviation Services y luego para Air Spray en 2006.
- C-GHZI: Entregado a Qantas en 1959, pasó a Air New Zealand y Reeve Aleutian Airways antes de ser convertido a avión cisterna para Air Spray en 2001.
- C-GZVM: Tras pasar por numerosas compañías en Estados Unidos, México, Reino Unido, Australia y Canadá, fue adaptado como avión cisterna para Air Spray en 2003.

Está quipado con un sitema RADS II y con cisternas de más de 11000 litros (3000 galones).
Buffalo Airways: Esta compañía canadiense también opera Electra L-188, aunque en menor cantidad que Air Spray. Su flota se compone de siete aviones, de los cuales cinco son Electra, tres cargueros y dos cisternas. Algunos ejemplos de sus Electras:
- C-FBAQ: Originalmente entregado a Ansett-ANA de Australia, fue adaptado como avión cisterna y entregado a Buffalo Airways en 2007.
- C-FIJX: Sufrió diversas transformaciones entre pasajero y carguero antes de ser adaptado a avión cisterna en 2010 para Buffalo Airways.
- C-FYYJ: Convertido a avión cisterna para Conair Aerial Firefighting en 2010 y transferido a Buffalo Airways en 2023.
- C-GXFC: Originalmente entregado a American Airlines, fue adaptado a carguero en 1977 y posteriormente a avión cisterna para Buffalo Airways en 2013.
El Lockheed Electra L-188, a pesar de su edad, sigue demostrando su valía en tareas de combate contra incendios y transporte de carga, manteniendo vivo un legado de innovación y resistencia en el mundo de la aviación.
Fuentes
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