Al wingsuit le faltaban motores, y BMW se los pone eléctricos

Los trajes ala, popularmente conocidos por su nombre en inglés wingsuit, llenaron los blogs de aeronáutica y tecnología así como las páginas de los periódicos deportivos y telediarios. Útiles, tanto desde el punto de vista militar como deportivo, en España fue famoso el Proyecto Alas, del fallecido Álvaro Bultó, Santi Corella y Toni López. Y el vuelo de Alexander Polli atravesando la roca foradada de Montserrat. Incluso trajimos a Sandglass algún antecesor de los años 30, y se hizo muy popular con los deportistas que practican salto base. Y ahora vuelven de mano del austriaco Peter Salzmann y de BMW, mezclando el traje flexible con los motores a reacción, a lo Yves Rossi.

Estos trajes de ardilla voladora dan un coeficiente de planeo bastante pobre, entorno a 3:1. Esto es, por cada metro que se cae se avanzan tres. EN una avioneta con el motor al ralentí se tiene una relación de 12:1, aproximadamente. Las posibilidades de corrección en caso de ir demasiado cerca de la roca son escasas, y el tiempo de planeo es corto. La evolución era clara, había que añadir un motor. Y esa idea rondaba la cabeza de Peter Salzmann, que se aproximó al estudio de diseño de BMW Design works con esta idea, utilizar hélices entubadas para aumentar el tiempo de planeo y añadir potencia a su wingsuit.

El estudio se realizó paso a paso. Primero con maquetas en cartón para encontrar el tamaño idóneo del propulsor, después con maquetas de aluminio y fibra de carbono para encontrar la aerodinámica adecuada así como realizar ensayos en tunel de viento para medir fuerzas y momentos. De hecho inicialmente se probaron dos tamaños, teniendo que ser descartado el mayor de ellos por ser incómodo, ¡aunque ofrecía un 40% más de empuje! El resultado final es un dispositivo de 12kg que se lleva en el pecho, tiene como un metro de ancho, una batería de 50V que alimenta a dos hélices entubadas de fibra de carbono de 13cm de diámetro, que giran a 25000rpm, ¡lo que seguro que es de todo menos silencioso!.

Una vez finalizados todos estos estudios previos y correcciones llegó la hora de probarlo en persona. Obviamente no saltando desde un acantilado o desde un helicóptero, sino en un tunel de viento vertical, del mismo estilo que el popular Madrid Fly, donde comprobó que podía abrir el paracaídas sin problemas. En ese túnel de viento vertical Salzmann comprobó que el diseño era estable y manejable. Tras ello realizó varios saltos desde un helicóptero para ver cómo influía el equipo en la caída. Y ya solo quedaba el siguiente paso: saltar desde un helicóptero para comprobar cómo funcionaba. Y por ello se realizaron dos prototipos.

Salzmann ha realizado más de 30 saltos. En los primeros vuelos los prototipos no funcionaron muy bien, el flujo de aire que llegaba a las entradas de aire no era suficiente. Pero, una vez afinados los prototipos, Salzmann ha podido comprobar que el dispositivo no solo da empuje suficiente como para prolongar el planeo y suavizar esa tasa de caída de 3:1 de la que hablábamos antes, sino que además le permite realizar trepadas.

De momento no se piensa en su comercialización. ¿Estaremos viendo el nacimiento de un nuevo deporte?

Fuente: BMW

La F1 aérea se electrifica para 2020. Los equipos se han presentado en Le Bourget

Airbus Air Race E
  • Llegan las Air Race E, similares a las carreras de Reno, donde hasta cazas de la IIGM modificados compiten a no más de una decena de metros del suelo, pero eléctricas.
  • Seis pilones, ocho aviones a no más de 10m de altura sobre el suelo y mucha mucha velocidad.

Airbus ha anunciado que se asocia con Air Race E, la primera carrera de aviones eléctricos, para lanzar las series inaugurales en 2020, convirtiéndose así en socio fundador oficial.

El objetivo de la competición es el desarrollo de motores eléctricos para aviones, más rápidos, más limpios y más avanzados tecnológicamente, que puedan ser aplicados a aeronaves ligeras, vehículos aéreos de movilidad urbana y, eventualmente, aviones comerciales.

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Polar Kid, la vuelta al mundo en ULM circunvalando el Ártico

 

Hidroavión Polar Kid

 

 

Loïc Blaise acompañado del astronauta ruso Valéry Tokarev, apoyados por Life Odyssey, se lanzarán a la aventura a mediados del próximo abril, circunvalando el ártico en un ultraligero anfibio ruso. La aventura espera lanzar una llamada de atención sobre la ecología y la desaparición de los grandes glaciares, y de paso sobre la esclerosis múltiple, enfermedad que sufre Loïc y para la que quiere recoger fondos.

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Primer vuelo de la Extra 300 eléctrica con motor Siemens

 

Motor electrico y paquete de baterias

 

 

en vuelo

 

 

En abril os presentábamos el primer avión acrobático «serio» eléctrico (y digo serio porque alguno me puede decir que el ultraligero Cri Cri admite acrobacia y ya tenía versión eléctrica). Era la Extra 330LE que fue presentada en en Aero Fiedrichshafen. Entonces Siemens anunciaba que el avión volaría este año, y ya lo ha hecho.

 

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El nuevo avión de la FIO es un ultraligero Cri-Cri

En la web de la Fundación Infante de Orleans nos encontramos que la familia ha crecido con el que tal vez sea su miembro en vuelo más pequeño, un Cri-Cri. Según podemos leer en la web de la FIP: El primer y único ultraligero bimotor construído en España, Colomban MC-15 CRI CRI, se integra con todo derecho y mérito en «La Colección» gracias a la desinteresada y generosa donación de su constructor y piloto, don Manuel Ortega Aparici.

Para los que aún no conozcan tan emblemático avión diremos que es conocido por ser el bimotor tripulado más pequeño del mundo. Pero es que además de eso ha demostrado ser muy versátil en cuanto a la motorización. De hecho creo que solo al DC-3 se le han hecho tantas perrerías con los motores (bi motor, tri motor, turbina, pistones en sus versiones americana, rusa y japonesa, planeador…). El Cri Cri ha volado con motores de motosierra, cortacésped… pero también eléctricos, a reacción (con turborreactores de radio control), ¡si hasta EADS lo modificó para ser el cuatrimotor tripulado más pequeño de la historia, con motores eléctricos! Aunque tal vez la gamberrada más grande que se ha hecho con el cri-cri sea, (no, la acrobacia no), el montarlo a bordo de otro avión como avión parásito y lanzarlo en vuelo: Navette Breton