La publicación de las fotos de una reparación cosmética temporal con cinta rápida, o HST, causó bastante revuelo. Y que me mosquease mucho y se ganasen una entrada en Burradas Aeronáuticas, que reproduje en este blog.
También recibimos unos cuantos correos preguntándonos sobre las reparaciones, así que ahí vamos.
Cuando un avión recibe un daño, se inspecciona y se clasifica. En función del tamaño, profundidad, zona de la estructura… se clasifica en daño admisible o no admisible.
Sí, habéis leído bien, daño admisible. ¿Causa esto algún problema a la seguridad de la aeronave? NO. Un daño admisible es un daño superficial, un arañazo, un bollo, corrosión… Tras sanear el daño, se comprueba que esté dentro de unos límites determinados, que han sido establecidos tras comprobar que la estructura puede funcionar sin merma de la seguridad de la aeronave con ese daño. Entonces se le hace una reparación cosmética. Si estuviera fuera de límites, esto es, comprometiera la seguridad de la aeronave, sería un daño no admisible.