Hace unos días encontramos en www.enviro.aero un pdf llamado Beginner’s Guide to Aviation Biofuels. Desde www.noticias-aero.info recomendamos su lectura, pero no obstante creo que es interesante hacer un rápido resumen en español de su contenido, para todos aquellos lectores nuestros que no estan familiarizados con la lengua de Shakespeare.
La aviación fue al comienzo símbolo de lujo y rapidez. Hoy en día también lo es de eficiencia energética, siendo sus motores cada vez menos contaminantes. Los motores evolucionaron para dar más potencia con menos consumo, y los combustibles también lo han hecho. Pero siempre se han basado en el consumo de combustibles fósiles. Estos combustibles no son renovables, y podemos llegar a agotarlos. De un tiempo a esta parte se ha pensado en la producción de combustibles a partir de plantas, en lugar de explotar los combustibles fósiles
Un biocombustible es un hidrocarburo fabricado a partir del CO2. Hasta ahora la obtención de biocombustibles se ha basado en la obtención de etanol a partir de productos vegetales ricos en azúcares y aceites: éstos absorven el CO2 y es transformado. A través de otros procesos industriales, de las plantas, obtenemos los alcoholes y aceites utilizados hasta ahora como bio-combustible, tanto en automóviles, maquinaria agrícola e incluso aviación (Embraer Ipanema).
Sin embargo este combustible no es adecuado para el mundo de la aviación, y las fuentes pueden entrar en competición directa con otras necesidades primarias del hombre, como la alimentación. Los biocombustibles de segunda generación se basan en sistemas que no compiten con los recursos alimenticios, con plantas de las que obtener aceites para su producción, o algas que viven en aguas insalubres, transformando el CO2
Las posibles fuentes de obtención de biocombustibles de segunda generación son…
- Jatropha: es una planta que produce unas semillas, tóxicas para humanos y animales, que contienen un aceite muy graso. De cada semilla se obtiene una cantidad de aceite que representa el 30-40% de su masa. Crece con facilidad en todo tipo de terrenos, incluso en los áridos.
- Camelina: otra planta con un aceite graso apto para producir biocombustibles. Además del aceite, de los ‘restos’ de la producción de este, puede obtenerse pienso para aves. La planta es ideal para realizar cultivos rotacionales.
- Algas: potencialmente es el método más prometedor. Estas plantas microscópicas viven en aguas contaminadas de donde extraen el CO2 para vivir. Además son la fuente más rápida de obtención de hidrocarburos: se calcula que a igual superficie con otros medios productivos, las algas obtienen 15 veces más litros biocombustibl.
- Halófitas: Una halófita es un organismo que naturalmente crece en áreas afectadas por salinidad en las raíces o aerosoles (spray) de sal, como en los desiertos salinos, litorales. (Wikipedia)
Los biocombustibles se plantean como una fuente de energía no solo renovable, si no también sostenible. Es renovable pues, por la forma de obtención, no se agota, como los combustibles fósiles. Sostenible porque se basa en la transformación de CO2 en hidrocarburos, y aunque teóricamente todo el CO2 producido por la quema de combustibles podría ser reciclado por las plantas y algas, se estima que se podría obtener un ‘rendimiento de reciclaje’ de un 84%.
El uso de biocombustibles tendría otros beneficios: los precios finales para el cliente de aviación están sujetos a grandes variaciones, en función del precio del petróleo. Los biocombustibles permitirían diverisificar las fuentes así como tener un suministro más constante en cantidad y precio. A su vez crearía trabajo no solo en los países petroleros, si no allí donde se pudiera producir el biocombustible. En el gráfic de abajo podemos ver las distintas áreas del Mundo donde se podrían producir los biocombustibles de segunda generación así como el tipo de fuente de biocombustible (ver código de colores).
El futuro es prometedor, y ya se están realizando pruebas para certificar estos combustibles como fuente energética para los motores de aviación. De momento se han dado pequeños pasos, certificando los combustibles mixtos, con mezcla de hidrocarburo fósil y biocombustible, aunque se espera avanzar hasta la certificación de combustibles 100% compuestos por bio-combustibles, valga la redundancia.
Aunque todo parecen bondades, no podemos olvidar las políticas actuales de reducción de consumo y ahorro energético, ni caer en la tentación de deforestar grandes áreas para plantar Camelina o Jatrhopha para cubrir nuestras necesidades energéticas.