- Cagada burocrática deja a piloto de B-24 sin PPL al acabar su servicio
Aunque deberían habérselo dado tras su separación del servicio en 1945, Walter Hughes ha recibido por fin su certificado de piloto privado el 21 de Agosto de 2015, 70 años despúes de dejar las Fuerzas Aéreas de los EEUU.
Marilyn Haymore se sintió inspirada en ayudar a Hughes, un compañero del EAA Chapter 1182 en Hilo, Hawaii, a obtener el certificado que nunca recibió tras oír del éxito de otro caso similar en EAA AirVenture Oshkosh 2015.
“Este verano [en AirVenture] se abrió una ventana de oportunidad,” dijo Haymore. “Para resumir esta larga historia, fue possible realizer la petición a todas las personas apropiadas, en el momento justo, en los lugares adecuados.”
Actualmente nonagenario, Hughes sirvió como piloto de bombardero B24 en la 8th Air Force durante la 2ªGM. De acuerdo a una historia publicada en la página web de EAA, recibió la noticia de su separación del servicio durante un permiso en la primavera de 1945. Era típico en aquellos tiempos que los pilotos militares recibiesen su certificado privado una vez dejaban el servicio ya que habían recibido un amplio entrenamiento de vuelo y habían ganado experiencia durante el servicio.
Sin embargo, la oficina que debería haber expendido los papeles de Hughes acababa de abrir y aún no disponía del papeleo necesario. El personal de allí le dijo que podría intentarlo la semana siguiente, pero debido a los planes de boda e intentar reorganizar su vida después de regresar, decidió esperar algo más.
“Cuando Walter lo pidió por carta, de 6 meses a un año más tarde, le dijeron que tendría volver a aprobar la escuela de vuelo y todas las pruebas de nuevo” explicó Haymore.
Como seguía pasando el tiempo, los requisitos para obtener su licencia de vuelo aumentaron, y Hughes tendría que tomar lecciones de vuelo que ni necesitaba ni se podía permitir. Así hasta 2015, y todavía no estaba certificado para volar.
Estando en AirVenture, el equipo de abogacía de gobierno de EAA ayudó a Haymore a ayudar a Hughes a progresar, averiguando qué formularios y papeleo sería necesario para obtener su certificado. Chris Henry de la EAA era capaz de verificar el historial de entrenamiento y los registros de vuelo de Hughes, y con toda esta información, Haymore fue a la FAA a ver qué se podía hacer.
Para cuando regresó a su casa en Hawaii, Hughes tenía en su casa un sobre sin abrir de la FAA, esperando a Haymore para tomar parte en el tan esperado momento. Hughes era ahora un piloto privado certificado.
“Un maravilloso miembro del personal de EAA, que tenia fe en que Walter obtendría su licencia de piloto dijo, ‘Pueden suceder cosas buenas en Oshkosh durante la semana de AirVenture. Lo llamamos la magia de Oshkosh,’” comentó Haymore. “¡Y así fue! ¡Soy una creyente!”