La compañía francesa Vaylon ha presentado su coche volador, que pretende ser el primer coche volador europeo que se comercialice. La aproximación no es novedosa. De hecho es, tal vez, la menos arriesgada y sencilla de todas: unir un buggy todo terreno a un parapente. Así este paramotor consta de una barquilla, el buggy biplaza, y un parafoil de 38 metros cuadrados. Nuestros lectores más veteranos recordarán que ya presentamos un vehículo similar en 2010, el Maverick.
El buggy está construido con tubos de aceros solados. El motor es el ubicuo Rotax 912 de 100 CV, que le da una velocidad de 100km/h en tierra y de 60-80km/h en el aire. Dice en su web el fabricante que la carga útil varía entre 160 y 250kg, depende de si se certifica para el mercado civil o para el militar. Teniendo en cuenta que el vehículo pesa unos 300kg en vacío, nos hace pensar que la estrategia de Vaylon es certificarlo como ULM (MTOW 450kg) en el mercado civil, y admitir más carga si logra una certificación militar. De hecho, aunque sea un vehículo interesante para las empresas de deportes de riesgo y aventura, Vaylon pretende que su mercado principal sea el de las fuerzas de seguridad, bien como vehículo de fuerzas especiales, o de despliegue rápido en zonas de catástrofe natural, MEDEVAC, etc y está en evaluación por la DGA (Dirección General de Armamento) francesa.
El precio objetivo de venta es de 100000€. Se pretende comercializar en 2015