Eric Carter, piloto británico de Spitfires durante la Segunda Guerra Mundial volvió a surcar los cielos en un Spitfire a la edad de 91 años, unas siete décadas después de que lo hiciera por primera vez en combate.
A comienzos de año, este veterano visitaba un museo y solicitó sentarse en la cabina de un Spitfire. Esto le fue denegado por motivos de seguridad, y para que «no se hiciera daño». Sin embargo, gracias a un grupo de entusiastas, no solo ha podido sentarse en el cockpit de su Spitfire, si no que además ha podido volarlo.
«Justo como recordaba». «Los botones de disparo, los mandos… solo estaban ahí,justo como lo recordaba, en el mismo sitio que cuando volé por última vez un Spitfire» dijo Eric. «Tras diez minutos, todo regresa». «Solo puedo describirlo como volver a subirte en tu primer coche, y sentirte como en casa. Ha sido una experiencia asombrosa, algunos recuerdos tristes, otros alegres. Ha sido justo como recordaba».
El vuelo fue organizado por Matt Jones, de la Boultbee Flight Academy, en un Spitfire TR9 de doble mando, sobre el aeródromo de Goodwood, en West Sussex. El avión, PV202, fue construido como caza en 1944 y voló en combate sobre el norte de Francia. Posteriomente fue convertido en entrenador, y ahora está basado en Duxford.
Eric estuvo destinado en Murmansk junto con otros 37 pilotos (de los cuales es el único superviviente hoy en día), para mantener el puerto abierto y asegurar los suministros. La operación permaneció secreta, ante la negativa de Stalin a reconocer que había pedido ayuda. El grupo realizó 365 salidas, durante las cuales derribaron 11 cazas Messerschmitt y 3 bombarderos Junkers 88.
Podéis ver el vídeo del vuelo aquí y las fotos aquí.