El 28 de octubre de 2009 publicamos esta foto en la tercera entrega de nuestra serie ¿Cómo de bajo puedes volar?, pero desconocíamos que existiera una grabación de este espectáculo, ¡y además hemos encontrado su historia gracias a Alejandro Irausquin!
La foto se realizó en 1976, un wing-rider cabalga a 300 millas por hora sobre un DC-8.
El número se realizó gracias a dos personas: el especialista de cine canadiense Rick Rojatt, alias «La mosca humana», y Clay Lacy, el piloto del DC-8.
Los patrocinadores de la acrobacia eran dos hermanos de Montreal que tenían una fábrica de pepperoni pero estaban hartos del negocio de las salchichas, así que reunieron 200.000 dólares y fundaron una empresa de eventos, y decidieron abrir sus eventos con el número llamado, precisamente, La Mosca Humana, con Rojatt montando el avión de pasajeros.
Para ello se pusieron en contacto con el piloto Clay Lacy, que tenía un DC-8 disponible que compró cuando un puñado de aviones iban a ser retirados.
Como conocía a suficiente gente en la FAA para recibir la aprobación, en pocas semanas se instaló un trapecio y un arnés en «el lomo» del avión. Y durante las Carreras Aéreas Nacionales de 1976 en Mojave, el número «The Human Fly» se realizó dos veces durante vuelos de 15 minutos.
Por desgracia, en 1977, el doble Rick Rojatt sufrió graves lesiones mientras intentaba un salto en moto sobre 26 autobuses en el Estadio Olímpico de Montreal, así que, la Mosca Humana se retiró y desapareció de la vida pública.
Marco Fürst y Marco Waltenspiel, dos paracaidistas austriacos, atravesaron con sus wingsuit el famoso puente en el corazón de la ciudad a una velocidad de 246 km/h.
Saltaron de un helicóptero al oeste del puente el 12 de mayo a las 5:22 am hora local. Las condiciones de la mañana debían ser perfectas para garantizar un vuelo seguro.
Cayeron desde una altura de 914 metros, 1.2 km al oeste del puente para obtener la velocidad y el ángulo de descenso adecuados.
Sus trajes de ardilla voladora les proporcionaron una tasa de planeo de 3:1
El hueco por el que tenían que pasar era de 65m x 32m.
El vuelo duró aproximadamente 45 segundos.
Después de pasar el puente intercambiaron energía cinética por energía potencial, trepando hasta unos 80 metros sobre el río, para abrir sus paracaídas.
Aterrizaron de forma segura en barcazas en el centro del río Támesis.
El amante de la Muerte, como se tradujo al español The War Lover, es una película de 1962, en la que dos pilotos británicos combaten en la Segunda Guerra Mundial mientras intentan conquistar, ambos, a la misma mujer.
Pero lo que os dejamos hoy es, en concreto, la escena de la pasadita a baja cota de la fortaleza volante. Y sí, leéis bien, es un PB-1W, no un B-17, esto es, uno de los primeros aviones equipados con un radar bajo la panza como avión de combate marítimo.
Es cierto que hemos visto pasadas a cotas mucho más bajas que esta en este blog, pero un Tomcat y un Hornet volando en formación cerrada, casi en espejo, como si de una pasada de los Blue Angels se tratara, a baja cota al costado de un portaaviones, merece sin duda la presencia en este blog.
El vídeo de esta publicación muestra un bombardero estratégico Convair B-36 Peacemaker realizando una pasada a baja cota sobre el vecindario de Fort Worth. Los vecinos en el área de Ridglea al sur de la Base de la Fuerza Aérea Carswell (AFB) informaron que las antenas de televisión se cayeron de los tejados y daños estructurales en algunas casas.
Las imágenes fueron filmadas por el teniente coronel retirado de la USAF Frank F. Kleinwechter, Jr, quien señaló que el primer clip muestra cómo un B-36 despegaba y ascendía desde el vecindario de Ridglea, justo al sur de Carswell. AFB, mientras que el segundo clip muestra la infame “pasadita”.
Muy a menudo, se pedía al B-36 que demostrara sus capacidades de despegue corto, especialmente cuando estaba cargado con una cantidad mínima de combustible.
Para que las tripulaciones cobraran su plus por vuelo, se les requería volar al menos cuatro veces al mes y 100 horas cada año. La tripulación de Thad Neal estaba programada para un permiso de dos o tres semanas en octubre, por lo que para llegar al tiempo de vuelo requerido, se planeó esta.
Esa mañana, antes de salir de casa hacia la Base, Thad llamó a un amigo y le avisó de que estuviera preparado para grabar.Aquél domingo por la tarde en octubre de 1954, un grupo de bomberos estaba teniendo una convención en la ciudad y se les estaba enseñando la Base. Sabía que había visitantes quería que vieran bien el avión. Así que se esperaba que hiciera una pasada baja. Lo que nadie imaginaba era cómo de baja iba a ser.
Los bomberos visitantes estaban en la rampa en el momento del despegue, por lo que se le indicó a Thad que hiciera un despegue de máximo rendimiento y luego pasara por encima. Con una carga mínima de combustible, el B-36 era realmente STOL. Rodó por la pista en dirección sur y puso los frenos. Thad pidió potencia máxima en los seis motores de pistón y en los cuatro motores a reacción. Cuando parecía que las ruedas iban a patinar frenadas sobre el hormigón, Thad soltó los frenos. El avión se fue al aire en unos 300m.
Una vez en el aire el avión se estabilizó a 4000ft, se dirigió hacia el lago Eagle Mountain y viró para invertir el sentido de la marcha, haciendo una pasada rascando la pista, para que los bomberos lo vieran bien, a 180mph. El personal de tierra que estaba junto a la pista se tiró al suelo cuando el avión se acercó con las hélices casi tocando el hormigón.
Un miembro de la tripulación del B-36 cuenta la historia detrás del video:
Thad originalmente había planeado volar directamente sobre su casa. Entre la Base y West Ridglea, el suelo se eleva unos treinta metros. Thad no pudo ver su casa desde tan bajo, así que voló por la carretera donde hoy se encuentra Ridgmar Mall. Subiendo por la pequeña loma, pronto vio su casa un poquito a la izquierda. Todavía siguiendo el terreno, volvió a bajar un poco el morro, pero no se atrevió a alabear para girar. Después de cruzar la loma, el terreno desciende gradualmente hasta llegar a ‘Mary’s Creek’. Nos quedamos sobre la pista y luego parte del camino por la autopista 377. Luego volvimos a subir a la altitud. Mi libro de registro muestra que volamos durante seis horas.
Trinka estaba en su patio delantero filmando el acercamiento, hasta que se asustó y dejó caer la cámara. Rin nos había escuchado despegar, así que tomó nuestra cámara y se sentó en el porche trasero para esperar la pasada. Llegó tan rápido y la tomó por sorpresa que todo lo que pudo hacer fue salir del porche y grabar entre las dos casas. Obtuvo un clip de película cuando pasamos a una manzana de distancia. Salió corriendo al frente y avanzó unos metros mientras nosotros descendíamos la colina hasta el arroyo, luego entró en la casa y se sirvió un trago fuerte.
Mientras volábamos por la carretera, recuerdo ver cómo los autos se detenían y la gente se tiraba a las cunetas. Varios años después, les estaba contando esta historia a algunos compañeros de trabajo en General Dynamics y un hombre me dijo que era uno de los que habían buscado refugio en una cuneta.
Aterrizamos y nos fuimos a casa a prepararnos para nuestras vacaciones sin darnos cuenta del furor que habíamos desatado en la Base. Un hombre había llamado para exigir que le devolvieran su antena de televisión. Afirmó que la habíamos arrancado de su techo con el chorro de aire que dejábamos a nuestro paso. Un personaje incluso afirmó que los gases de el escape habían incendiado un poste telefónico. Hubo reclamaciones sobre yeso agrietado y cuadros que se habían caído de las paredes.
Hubo tal alboroto que el general Jack Ryan, el 19thAD CO, tuvo que tomar medidas. Temprano a la mañana siguiente, antes de que pudiéramos irnos, Thad llamó y dijo que no nos fuéramos. El general Ryan quería hablar con todos nosotros. Nos reunimos en su oficina y uno a uno teníamos que entrar para dar nuestra versión de todo el episodio. Cuando todo terminó tuvo que multar a Thad. Creo que fue por $ 250.00 y lo sacaron de la lista de promoción durante un par de años, pero cuando salió de la oficina del general, el general Ryan le dijo a Thad que era la mejor pasadita de la que había oído hablar. Tampoco perjudicó su carrera. Serviría como Comandante en Wichita Falls y luego en el Pentágono antes de ir a Florida. Se retiró como teniente coronel.
Thad murió en un accidente a principios de los años 60 mientras entrenaba en C-123 en Florida. El entrenamiento lo estaba preparando para el servicio en Vietnam, defoliación, creo que lo llamaban. En medio de un giro a baja altura, perdió un motor y se cayó.