En 1919 (el mismo año que Alcokc y Brown hicieran el primer cruce del Atlántico, de Terranova a Irlanda en su Vickers Vimy) Raymond Orteig ofreció un premio de 25000$ a la tripulación del primer avión que volara con éxito en un vuelo sin escalas entre Nueva York y París, o vice-versa. Fueron muchos los que murieron o desaparecieron en el intento. En 1926 varios aviadores españoles realizarían la travesía del Atlántico Sur, eso si, con escalas, con el Plus Ultra, y por fin en 1927, hace 85 años, Charles Lindbergh logró cruzar de Nueva York a París con su Spirit of St. Louis (30 de Mayo desde Long Island hasta Le Bourget, 33.5h después)
Entonces la tecnología aeronáutica estaba casi en pañales. La tecnología de la aviación eléctrica, comparativamente, se encuentra más o menos en el mismo punto que la aviación entonces. Y Chip Yates, de Flight of the Century (FOTC), anuncia que repetirá el vuelo de Lindbergh, de Nueva York a París, esta vez con un avión eléctrico.
Con su empresa FOTC quiere diseñar un avión eléctrico capaz de cruzar el Atlántico en 24h, con su tecnología Infinite Range Electric Flight. Esta tecnología consiste en que la aeronave del record sería una aeronave nodriza, capaz de lanzar y recuperar en vuelo una aeronave no tripulada ¡con baterías!. Por otro lado, en las fases del vuelo en las que no sería factible el uso de las baterías recargables y reutilizables mediante el UAV, se usarían unas baterías desechables, que se lanzarían desde la aeronave en paquetes, según se fueran agotando, disminuyendo así el peso del avión. La batería lanzada sería recuperada en tierra, gracias a su paracaídas y sistema de guiado GPS. El resto de las baterías no lanzadas se redistribuirían en el avión, por motivos de centrado, para mantener el centro de gravedad de la aeronave dentro de límites.
Miembros del equipo de i+d, que también participaron en el helicóptero no tripulado A160T Hummingbird, creen que esta tecnología es escalable, y que podría permitir el diseño de aeronaves de pasajeros eléctricas transatlánticas.
Yates ha declarado que será el piloto del avión, y que realizará el vuelo de la forma más parecida a como lo hizo Lindbergh, saliendo del aeródromo más cercano a la pista que usara en el 27, y volando a altitudes de crucero (menos de 10000ft) y velocidades similares a las del Spirit of St. Louis.
Para desarrollar el concepto de las baterías lanzables y las baterías alojadas en un UAV, está utilizando como banco de ensayos un Long-EZ de Rutan. Con este mismo avión pretende batir los records de velocidad y altitud de aviones eléctricos. Por ello el avión ha sido rebautizado como Long-ESA (Electric Speed & Altitude).
Se espera que el primer vuelo del avión sea para 2014, aunque no hay una agenda concreta. El primer vuelo del Long-ESA se espera para Julio de este año.
Sobre plano, el avión tiene una envergadura de 30m, es biplano, y se propone que sea construido íntegramente en fibra de carbono. Aunque las imágenes muestran un UAV unido de forma rígida sobre la nave nodriza, Yates habla de una unión flexible. Los controles de vuelo de las baterías serían autónomos, hasta el momento de acoplarse con el avión de Yates. A partir de ese momento serían esclavos de los mandos del avión nodriza.
Yates colabora con el nieto de Lindberh para fomentar la aviación eléctrica.