La industria de los eVTOL se queja del «turismo de certificación»

Hemos hablado mucho de eVTOLS, y no precisamente bien, en los últimos tiempos, pero nos limitaremos a recordar que las cuentas no salen, que certificarlos no es tan sencillo como parece, que pueden ser problemáticos en la integración en las ciudades por los vientos que causan sus rotores, que no son eficientes, que ya algún bombero nos ha avisado de los problemas de seguridad en caso de accidente urbano, que la vida de las baterías es mucho más corta de lo que se esperaba, que la experiencia de vuelo no tiene por qué ser la más cómoda, que incluso la meteo podría poner en jaque su viabilidad económica, o que la madurez de las baterías está lejos de ser la que se presume. O que otros intentos con tecnologías más maduras, como la de Sabena y sus helicópteros, han fracasado, y los fabricantes —como Airbus— se están retirando, y también hemos explicado el espacio aéreo en el que se supone que van a volar, el U-Space. Y, gracias a Flightglobal, descubrimos que el sector se encuentra dividido entre los que buscan «paraísos de certificación», donde operar las aeronaves es más sencillo a pesar de no estar certificadas, o incluso donde lograr su certificado de aeronavegabilidad es más sencillo, y los que ven peligroso este movimiento y lo critican, defendiendo la postura más tradicional y conservadora de lograr primero la certificación con las autoridades aeronáuticas de los países de origen de las empresas, casualmente las más veteranas y exigentes: EASA y FAA, cuyos certificados son suelen ser reconocidos de forma inmediata por cualquier otra autoridad.

Prototipo híbrido eléctrico de Joby

Esta semana, el presidente de la británica Vertical Aerospace dejó claro que tiene una visión desfavorable de los planes de sus competidores de prestar servicios de aerotaxi en países de oriente medio antes de tener los certificados de la EASA o de la FAA, mientras que el director ejecutivo de la firma estadounidense Electra advirtió en contra empujar tecnologías novedosas demasiado rápido a través de la aprobación regulatoria.

El presidente de Vertical, Domhnal Slattery, lo ha llamado “turismo de certificación”.

Estos competidores estadounidenses parecen estar persiguiendo una estrategia de lo que llamo ‘turismo de certificación’, lo cual no es realmente una buena idea. Las cosas pueden salir mal. Estoy hablando específicamente de Abu Dhabi y Dubái”, dijo Slattery el 19 de noviembre durante un evento de aviación organizado por Honeywell en Washington, DC.

Slattery, si bien nombra abiertamente los países donde se están intentando volar de forma acelerada las aeronaves competidoras, no nombra directamente a ninguna de las firmas responsables. Su firma, que cotiza en bolsa, está certificando su VX4 con la FAA estadounidense y la EASA europea.

Los competidores a los que hace referencia pueden ser Archer Aviation y Joby Aviation, también en bolsa, y que han cambiado recientemente en gran medida su enfoque hacia Oriente Medio y ahora buscan aprobaciones en los Emiratos Árabes Unidos y Abu Dhabi. Lo han hecho mientras sus esfuerzos para lograr certificaciones de la FAA han tardado más de lo esperado, y posiblemente forzados por el hecho de tener un producto viable antes de perder la confianza de los inversores y tener que declarar la bancarrota. Joby busca vo

“Nuestras colaboraciones con reguladores visionarios como la Autoridad General de Aviación Civil de los EAU no son un atajo; el proceso con la GCAA está en plena alineación con la metodología de certificación de la FAA y la base de certificación que hemos estado construyendo junto a la Administración desde 2016. La GCAA está adoptando activamente los estrictos estándares de certificación de tipo de EE. UU. como su base para la aeronavegabilidad. Generar datos de vuelo operativos en entornos reales como Dubái mejora nuestra aeronave, fortalece nuestros protocolos de mantenimiento y, en última instancia, reduce los riesgos de todo el programa de certificación”, dice Joby a FlightGlobal.

Archer no respondió a Flightglobal ante la solicitud de comentarios sobre el «turismo de certificación». Archer ha identificado varios mercados con la marca Launch Edition para comercializar aeronaves pre-certificadas, incluyendo Abu Dhabi, Etiopía e Indonesia. La empresa señaló a principios de este año que la estrategia busca “establecer unas reglas de juego para una comercialización pragmática y repetible para desplegar Midnight en mercados de adopción temprana antes de la certificación de tipo en EE.UU”.

Slattery, de Vertical, advierte que tales esfuerzos podrían resultar contraproducentes. “Las jurisdicciones quieren estar a la vanguardia de la movilidad aérea urbana, lo que aplaudo”, dice. “Pero no cuentan con las competencias, capacidades y recursos para certificar una aeronave”. “Tenemos que alzar la mano y decir: ‘El turismo de certificación no es buena idea’. Si algo sale mal, será un mal día para todas las empresas del sector. Todos seremos arrastrados por el tsunami”.

Prototipo de Electra

Marc Allen, director ejecutivo de Electra, una firma que no cotiza en bolsa y apuesta por las aeronaves híbridas de ala fija y despegue ultracorto en lugar de los más arriesgados eVTOL, advierte también contra querer avanzar demasiado rápido.

“La impaciencia no es una cualidad ganadora para nadie en la industria aeroespacial… La impaciencia puede chocar en algún momento con la realidad. Ser público —estar en bolsa—, en un contexto de desarrollo, es muy difícil, y creo que obliga a cualquiera que esté en esa posición a buscar formas de lograr que la comunidad inversora participe y siga contando una historia de progreso. Es un resultado natural”, Marc Allen, director ejecutivo de Electra.

Allen ve el giro hacia Oriente Medio en parte como una respuesta a las presiones que enfrentan las empresas que cotizan en bolsa por parte de inversores deseosos de ver avances.

La certificación de una aeronave es difícil y costosa. Y con este tipo de aeronaves se unen las dificultades propias de los fabricantes que no tienen experiencia en certificación y desconocen el proceso así como que las propias agencias desconocen cómo certificar este tipo de aeronaves puesto que no encajan en ninguna de las categorías ya existentes, más la necesidad de certificar tipos de propulsión no certificadas hasta ahora de forma habitual (como la eléctrica y la híbrida, cuyos desarrolladores tampoco tienen experiencia en certificación). Además da la impresión de que los inversores quieren desarrollar los vehículos como si fueran software, y olvidan que no son aeronaves experimentales, sino de transporte de pasajeros.

Ante la ausencia de una norma regulatoria que se adapte al 100%, los reguladores están creando una nueva, basada en otras ya existentes, como las de helicópteros y aeronaves ligeras, pero sin olvidar que se deben cumplir los requisitos —más exigentes— de las aeronaves dedicadas al transporte de pasajeros en operaciones comerciales.

El Embraer Super Tucano y el Textron AT-6 se suman a los cazas (ya no tan) ligeros contra drones

A-29
AT-6

Lo que comenzó con modificaciones y adaptaciones rápidas de aeronaves ligeras (Aeroprakt, Cessna, Shark), agrícolas (Zlin) y entrenadores militares (Yak-52) para contar con cazas baratos anti-drones nacidos de la necesidad se está convirtiendo en el desarrollo de aeronaves especializadas basadas en entrenadores militares modernos que ya habían sido modificados previamente como aviones de ataque ligeros, como el AT-6 Texan II y el Embraer A-29.

Textron Aviation está promoviendo su AT-6 Wolverine como una aeronave diseñada específicamente y especializada para contrarrestar la amenaza de los drones. Y Embraer está haciendo lo propio con su Super Tucano.

Estos drones, lanzados en gran cantidad, han desafiado la efectividad y la viabilidad económica de los sistemas de defensa aérea existentes.

Las fuerzas militares de Ucrania y Rusia ya han comenzado a utilizar helicópteros y aeronaves ligeras improvisadas y, aunque estos sistemas han demostrado su eficacia —al menos en algunos casos—son eficaces en algunos casos, a menudo carecen de los sistemas más básicos necesarios en una aeronave militar, relativos a la supervivencia de los tripulantes, integración de sensores y sistemas de armamento optimizados para el papel de interceptación de drones. Y, de la improvisación para adaptarse, a la creación de armas específicas por parte de la industria, sólo había un pequeño paso lógico.

Según Textron, el Wolverine ya integra sensores modernos y sistemas de control de armamento, soporta más de 66 configuraciones de carga, lo que lo hace adecuado para una gama de misiones, desde patrullas contra-UAV hasta ataques ligeros y apoyo aéreo cercano.

Según Textron, adaptar aeronaves comerciales para tareas de defensa aérea conlleva riesgos operativos y limitaciones, especialmente en entornos en disputa. En contraste, el Wolverine está diseñado desde cero para uso militar, con una mentalidad de supervivencia en el campo de batalla y versatilidad de misiones.

Textron estima un mercado potencial de hasta 200 aeronaves de este tipo en Estados Unidos y países socios.

Por su parte Embraer acaba de publicar una nota de prensa presentando su entrenador militar adaptado para ataque ligero, el A-29, para una mision similar. El avión ya contaba con datalinks específicos para recibir las coordenadas iniciales de los objetivos, sensor electro-óptico/infrarrojo (EO/IR) y posibilidad de llevar cohetes guiados por láser y ametralladoras del calibre .50, así que la evolución como caza-drones era lógica, añadiendo tan solo un perfil de misión más, aunque la imagen de la nota de prensa parezca sugerir armamento láser más bien es la visualización de la designación de un objetivo gracias al EO/IR.

El Concepto Operativo (CONOPS) definido por Embraer permitirá a los operadores actuales y futuros del A-29 añadir misiones de contramedidas contra drones a sus perfiles operativos cuando sea necesario.

No sería de extrañar que siguieran apareciendo modificaciones de aeronaves que se planteaban como soluciones baratas para ataque a tierra en misiones tipo COIN convertidas en caza drones, como el Airtractor, u otras aeronaves de entrenamiento militar.

Fuentes

Volar un Black Hawk con sólo 1h de entrenamiento ¡y desde una tablet!

Sabéis que el sistema Matrix de Sikorsky permite convertir cualquier helicóptero de la compañía en una aeronave opcionalmente no tripulada, y que permite volarla desde una tablet. Y, por primera vez, ha sido probada con éxito durante las maniobras militares, realizando tres misiones distintas con éxito, «pilotado» a distancia por un Sergeant First Class de la Guardia Nacional, que (sin tener conocimientos previos de pilotaje) recibió una formación de tan sólo una hora.

El ensayo, realizado en agosto durante las maniobras conuntas Northern Strike 25‑2, contó con la colaboración de la Joint Personnel Recovery Agency y la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA). El sargento, tras menos de una hora de formación, utilizó una tableta portátil para dirigir el helicóptero en las siguientes operaciones:

  1. Logística y paracaidismo – Desde una embarcación de la Guardia Costera en el lago Huron, el sargento planificó una misión de reabastecimiento a 70 millas náuticas de distancia. Después de descargar, manejó el Black Hawk en patrones de circuito y dirigió dos lanzamientos de paracaídas de precisión a distintas altitudes.
  2. Carga de agua en eslinga – El helicóptero enganchó de forma autónoma una carga externa de 2900 lb (≈ 1315 kg) —un tanque de agua— mientras permanecía en vuelo estacionario sin intervención de piloto.
  3. Carga HIMARS y recuperación médica – Se realizaron seis enganches autónomos para transportar tubos de lanzamiento HIMARS a una zona de aterrizaje alternativa. Posteriormente, el soldado utilizó el Blackhawk opcionalmente tripulado para una simulación de MEDEVAC, recuperando al personal y transportando a un paciente.

Dice la nota de prensa que la tecnología MATRIX, desarrollada también para el programa ALIAS (Aircrew Labor In‑cockpit Automation System) de DARPA, otorga a operadores no especializados el control de funciones de aviación avanzadas, posibilitando misiones de suministro, rescate y logística en áreas peligrosas o con visibilidad limitada sin poner en riesgo vidas humanas.

“Con vidas en juego, el sistema de vuelo autónomo MATRIX puede transformar la manera en que los operadores militares realizan sus misiones. Un Black Hawk opcionalmente pilotado reduce la carga de trabajo del piloto y permite misiones de reabastecimiento sin tripulación, ofreciendo a los comandantes mayor resiliencia y flexibilidad en entornos contestados.” Rich Benton, vicepresidente y director general de Sikorsky (Lockheed Martin)

Hasta los 37609ft (11460m) en una CarbonCub

CubCrafters rompe récords: el Carbon Cub UL alcanza los 37609ft (11460m) sobre el nivel del mar en una demostración que subraya el potencial de las aeronaves ligeras en alta montaña. El modelo escogido para el vuelo fue el Carbon Cub UL, estableciendo un nuevo récord de altitud —no validado por la FIA, por tanto es no oficial— para este tipo de aviones. El vuelo tuvo lugar el 28 de octubre sobre la costa californiana, partiendo del aeropuerto de San Luis Obispo (KSBP) bajo condiciones meteorológicas óptimas y con autorización del centro de control de tráfico aéreo de Los Ángeles (ARTCC).

El récord de altitud —este sí, oficial— está en 30203 pies (9 206 metros) y fue establecido en 1951 por la aviadora Caro Bayley a bordo de una PA‑18 Piper Super Cub sobre Miami. Ese registro fue reconocido por la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) en la categoría C‑1b de aeronaves ligeras y le valió la prestigiosa Medalla Blériot.

El Carbon Cub UL es un desarrollo de CubCrafters, empresa centrada en mantener la filosofía del diseño original de las Piper Cub, pero introduciendo materiales como la fibra de carbono, y motores modernos como el Rotax 916 iS —de inyección y sobrealimentado con turbo— para lograr una relación potencia‑peso excepcional.

“Este logro ejemplifica todo lo que representamos: innovación, artesanía y la valentía de ir más allá de los límites. La visión original de Jim Richmond, fundador de la compañía, era mejorar el Super Cub, considerado el caballo de batalla de la aviación de montaña. Estoy seguro de que Jim estaría orgulloso del equipo”. Brad Damm, vicepresidente de CubCrafters

“La Cub voló con mucha facilidad. Estábamos fuera de los parámetros habituales de operación, así que procedimos con cautela. Fue impresionante estar en un avión de tela y tubo a esa altura; incluso escuchamos a pilotos de aerolíneas preguntar a la torre qué hacía una Cub allí”. Kotwicki

El piloto Jon Kotwicki inició el ascenso a las 9:55 a.m., alcanzando los 37609ft tras aproximadamente 62 minutos. La temperatura en el exterior del avión a esa altitud era de –46 °C. Para evitar la hipoxia, Kotwicki llevaba un equipo de Mountain High Equipment & Supply que le proporcionaba el oxígeno necesario.

El proyecto ha sido posible gracias a:

  • Paulo Iscold, profesor de Ingeniería Aeroespacial en Cal Poly San Luis Obispo.
  • Tres Clements (Aerocrafted), que aportó instalaciones, herramientas y apoyo terrestre.
  • Rotax, como asesor técnico y desarrollador del motor.
  • Patrick McLaughlin (Mountain High Equipment & Supply), responsable del sistema de oxígeno.

Iscold señaló que el objetivo inicial era superar los 30200 pies para batir el récord anterior, pero “las condiciones fueron tan favorables que continuamos hasta los 37 609 pies”.

Fuente: Cubcrafters

Lockheed Martin vuela el demostrador de vuelo supersónico silencioso X-59

Ayer 28 de octubre de 2025, Lockheed Martin Skunk Works, en colaboración con la NASA, completó con éxito el primer vuelo del X‑59 QueSST, un prototipo supersónico diseñado para demostrar el llamado vuelo supersónico silencioso, reduciendo tracias a su geometría el ruido que hace el avión de «estampido sónico» a «golpecito sónico».

El avión despegó de Palmdale (California) y aterrizó cerca del Centro de Investigación de Vuelo Armstrong, cumpliendo con los requisitos establecidos para el primer vuelo.

El objetivo del avión, además de demostrar el vuelo supersónico silencioso, es ensayar diversos perfiles de vuelo para generar datos que permitan a la FAA establecer nuevos umbrales de ruido aceptables en los vuelos sobre población, pues desde 1973 la normativa civil prohibíae que cualquier aeronave comercial superara la velocidad del sonido sobre áreas pobladas, precisamente por el impacto del estampido sónico en la población. Este año Trump ha levantado la prohibición, pero pero aún hay un proceso regulatorio en curso para establecer las normas de operación, que se espera esté finalizado en 2027.

El proyecto busca que el estampido sónico percibido en tierra no supere los 60‑80 dB. Para ponerlo en contexto, esos niveles corresponden a sonidos cotidianos como:

  • 60 dB – conversación normal o lavavajillas.
  • 70 dB – aspiradora o tráfico urbano.
  • 80 dB – sirena de policía o restaurante ruidoso.

El X‑59 QueSST no elimina la onda de choque que se forma al volar a velocidad supersónica, sino que la modela y la dirige de modo que la energía acústica que llega al suelo sea mucho menor. Según la información disponible de NASA y de análisis técnicos, el avión lo logra mediante los siguientes principios de diseño:

  • La forma está diseñada para que el flujo de aire que se comprime en el morro no se concentre en un único punto. En lugar de eso, la onda de choque se fragmenta y se extiende a lo largo de todo el cuerpo del avión. Al distribuirla, la presión máxima de la onda disminuye considerablemente
  • La superficie inferior del X‑59 es muy lisa y carece de cambios bruscos de forma. Esto evita que las ondas de choque se fusionen y formen un “boom” fuerte que apunte directamente al suelo. En cambio, la mayor parte de la energía se desvía hacia arriba, creando un “thump” suave que apenas supera los 75 dB en la superficie terrestre. El motor está colocado encima del fuselaje, lo que mantiene la parte inferior del avión libre de protrusiones. Esta disposición ayuda a que la corriente de gases de escape no interfiera con la zona donde se generan las ondas de choque, evitando que se sumen y produzcan un pico de presión