El Embraer Super Tucano y el Textron AT-6 se suman a los cazas (ya no tan) ligeros contra drones

A-29
AT-6

Lo que comenzó con modificaciones y adaptaciones rápidas de aeronaves ligeras (Aeroprakt, Cessna, Shark), agrícolas (Zlin) y entrenadores militares (Yak-52) para contar con cazas baratos anti-drones nacidos de la necesidad se está convirtiendo en el desarrollo de aeronaves especializadas basadas en entrenadores militares modernos que ya habían sido modificados previamente como aviones de ataque ligeros, como el AT-6 Texan II y el Embraer A-29.

Textron Aviation está promoviendo su AT-6 Wolverine como una aeronave diseñada específicamente y especializada para contrarrestar la amenaza de los drones. Y Embraer está haciendo lo propio con su Super Tucano.

Estos drones, lanzados en gran cantidad, han desafiado la efectividad y la viabilidad económica de los sistemas de defensa aérea existentes.

Las fuerzas militares de Ucrania y Rusia ya han comenzado a utilizar helicópteros y aeronaves ligeras improvisadas y, aunque estos sistemas han demostrado su eficacia —al menos en algunos casos—son eficaces en algunos casos, a menudo carecen de los sistemas más básicos necesarios en una aeronave militar, relativos a la supervivencia de los tripulantes, integración de sensores y sistemas de armamento optimizados para el papel de interceptación de drones. Y, de la improvisación para adaptarse, a la creación de armas específicas por parte de la industria, sólo había un pequeño paso lógico.

Según Textron, el Wolverine ya integra sensores modernos y sistemas de control de armamento, soporta más de 66 configuraciones de carga, lo que lo hace adecuado para una gama de misiones, desde patrullas contra-UAV hasta ataques ligeros y apoyo aéreo cercano.

Según Textron, adaptar aeronaves comerciales para tareas de defensa aérea conlleva riesgos operativos y limitaciones, especialmente en entornos en disputa. En contraste, el Wolverine está diseñado desde cero para uso militar, con una mentalidad de supervivencia en el campo de batalla y versatilidad de misiones.

Textron estima un mercado potencial de hasta 200 aeronaves de este tipo en Estados Unidos y países socios.

Por su parte Embraer acaba de publicar una nota de prensa presentando su entrenador militar adaptado para ataque ligero, el A-29, para una mision similar. El avión ya contaba con datalinks específicos para recibir las coordenadas iniciales de los objetivos, sensor electro-óptico/infrarrojo (EO/IR) y posibilidad de llevar cohetes guiados por láser y ametralladoras del calibre .50, así que la evolución como caza-drones era lógica, añadiendo tan solo un perfil de misión más, aunque la imagen de la nota de prensa parezca sugerir armamento láser más bien es la visualización de la designación de un objetivo gracias al EO/IR.

El Concepto Operativo (CONOPS) definido por Embraer permitirá a los operadores actuales y futuros del A-29 añadir misiones de contramedidas contra drones a sus perfiles operativos cuando sea necesario.

No sería de extrañar que siguieran apareciendo modificaciones de aeronaves que se planteaban como soluciones baratas para ataque a tierra en misiones tipo COIN convertidas en caza drones, como el Airtractor, u otras aeronaves de entrenamiento militar.

Fuentes

Volar un Black Hawk con sólo 1h de entrenamiento ¡y desde una tablet!

Sabéis que el sistema Matrix de Sikorsky permite convertir cualquier helicóptero de la compañía en una aeronave opcionalmente no tripulada, y que permite volarla desde una tablet. Y, por primera vez, ha sido probada con éxito durante las maniobras militares, realizando tres misiones distintas con éxito, «pilotado» a distancia por un Sergeant First Class de la Guardia Nacional, que (sin tener conocimientos previos de pilotaje) recibió una formación de tan sólo una hora.

El ensayo, realizado en agosto durante las maniobras conuntas Northern Strike 25‑2, contó con la colaboración de la Joint Personnel Recovery Agency y la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA). El sargento, tras menos de una hora de formación, utilizó una tableta portátil para dirigir el helicóptero en las siguientes operaciones:

  1. Logística y paracaidismo – Desde una embarcación de la Guardia Costera en el lago Huron, el sargento planificó una misión de reabastecimiento a 70 millas náuticas de distancia. Después de descargar, manejó el Black Hawk en patrones de circuito y dirigió dos lanzamientos de paracaídas de precisión a distintas altitudes.
  2. Carga de agua en eslinga – El helicóptero enganchó de forma autónoma una carga externa de 2900 lb (≈ 1315 kg) —un tanque de agua— mientras permanecía en vuelo estacionario sin intervención de piloto.
  3. Carga HIMARS y recuperación médica – Se realizaron seis enganches autónomos para transportar tubos de lanzamiento HIMARS a una zona de aterrizaje alternativa. Posteriormente, el soldado utilizó el Blackhawk opcionalmente tripulado para una simulación de MEDEVAC, recuperando al personal y transportando a un paciente.

Dice la nota de prensa que la tecnología MATRIX, desarrollada también para el programa ALIAS (Aircrew Labor In‑cockpit Automation System) de DARPA, otorga a operadores no especializados el control de funciones de aviación avanzadas, posibilitando misiones de suministro, rescate y logística en áreas peligrosas o con visibilidad limitada sin poner en riesgo vidas humanas.

“Con vidas en juego, el sistema de vuelo autónomo MATRIX puede transformar la manera en que los operadores militares realizan sus misiones. Un Black Hawk opcionalmente pilotado reduce la carga de trabajo del piloto y permite misiones de reabastecimiento sin tripulación, ofreciendo a los comandantes mayor resiliencia y flexibilidad en entornos contestados.” Rich Benton, vicepresidente y director general de Sikorsky (Lockheed Martin)

Hasta los 37609ft (11460m) en una CarbonCub

CubCrafters rompe récords: el Carbon Cub UL alcanza los 37609ft (11460m) sobre el nivel del mar en una demostración que subraya el potencial de las aeronaves ligeras en alta montaña. El modelo escogido para el vuelo fue el Carbon Cub UL, estableciendo un nuevo récord de altitud —no validado por la FIA, por tanto es no oficial— para este tipo de aviones. El vuelo tuvo lugar el 28 de octubre sobre la costa californiana, partiendo del aeropuerto de San Luis Obispo (KSBP) bajo condiciones meteorológicas óptimas y con autorización del centro de control de tráfico aéreo de Los Ángeles (ARTCC).

El récord de altitud —este sí, oficial— está en 30203 pies (9 206 metros) y fue establecido en 1951 por la aviadora Caro Bayley a bordo de una PA‑18 Piper Super Cub sobre Miami. Ese registro fue reconocido por la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) en la categoría C‑1b de aeronaves ligeras y le valió la prestigiosa Medalla Blériot.

El Carbon Cub UL es un desarrollo de CubCrafters, empresa centrada en mantener la filosofía del diseño original de las Piper Cub, pero introduciendo materiales como la fibra de carbono, y motores modernos como el Rotax 916 iS —de inyección y sobrealimentado con turbo— para lograr una relación potencia‑peso excepcional.

“Este logro ejemplifica todo lo que representamos: innovación, artesanía y la valentía de ir más allá de los límites. La visión original de Jim Richmond, fundador de la compañía, era mejorar el Super Cub, considerado el caballo de batalla de la aviación de montaña. Estoy seguro de que Jim estaría orgulloso del equipo”. Brad Damm, vicepresidente de CubCrafters

“La Cub voló con mucha facilidad. Estábamos fuera de los parámetros habituales de operación, así que procedimos con cautela. Fue impresionante estar en un avión de tela y tubo a esa altura; incluso escuchamos a pilotos de aerolíneas preguntar a la torre qué hacía una Cub allí”. Kotwicki

El piloto Jon Kotwicki inició el ascenso a las 9:55 a.m., alcanzando los 37609ft tras aproximadamente 62 minutos. La temperatura en el exterior del avión a esa altitud era de –46 °C. Para evitar la hipoxia, Kotwicki llevaba un equipo de Mountain High Equipment & Supply que le proporcionaba el oxígeno necesario.

El proyecto ha sido posible gracias a:

  • Paulo Iscold, profesor de Ingeniería Aeroespacial en Cal Poly San Luis Obispo.
  • Tres Clements (Aerocrafted), que aportó instalaciones, herramientas y apoyo terrestre.
  • Rotax, como asesor técnico y desarrollador del motor.
  • Patrick McLaughlin (Mountain High Equipment & Supply), responsable del sistema de oxígeno.

Iscold señaló que el objetivo inicial era superar los 30200 pies para batir el récord anterior, pero “las condiciones fueron tan favorables que continuamos hasta los 37 609 pies”.

Fuente: Cubcrafters

Lockheed Martin vuela el demostrador de vuelo supersónico silencioso X-59

Ayer 28 de octubre de 2025, Lockheed Martin Skunk Works, en colaboración con la NASA, completó con éxito el primer vuelo del X‑59 QueSST, un prototipo supersónico diseñado para demostrar el llamado vuelo supersónico silencioso, reduciendo tracias a su geometría el ruido que hace el avión de «estampido sónico» a «golpecito sónico».

El avión despegó de Palmdale (California) y aterrizó cerca del Centro de Investigación de Vuelo Armstrong, cumpliendo con los requisitos establecidos para el primer vuelo.

El objetivo del avión, además de demostrar el vuelo supersónico silencioso, es ensayar diversos perfiles de vuelo para generar datos que permitan a la FAA establecer nuevos umbrales de ruido aceptables en los vuelos sobre población, pues desde 1973 la normativa civil prohibíae que cualquier aeronave comercial superara la velocidad del sonido sobre áreas pobladas, precisamente por el impacto del estampido sónico en la población. Este año Trump ha levantado la prohibición, pero pero aún hay un proceso regulatorio en curso para establecer las normas de operación, que se espera esté finalizado en 2027.

El proyecto busca que el estampido sónico percibido en tierra no supere los 60‑80 dB. Para ponerlo en contexto, esos niveles corresponden a sonidos cotidianos como:

  • 60 dB – conversación normal o lavavajillas.
  • 70 dB – aspiradora o tráfico urbano.
  • 80 dB – sirena de policía o restaurante ruidoso.

El X‑59 QueSST no elimina la onda de choque que se forma al volar a velocidad supersónica, sino que la modela y la dirige de modo que la energía acústica que llega al suelo sea mucho menor. Según la información disponible de NASA y de análisis técnicos, el avión lo logra mediante los siguientes principios de diseño:

  • La forma está diseñada para que el flujo de aire que se comprime en el morro no se concentre en un único punto. En lugar de eso, la onda de choque se fragmenta y se extiende a lo largo de todo el cuerpo del avión. Al distribuirla, la presión máxima de la onda disminuye considerablemente
  • La superficie inferior del X‑59 es muy lisa y carece de cambios bruscos de forma. Esto evita que las ondas de choque se fusionen y formen un “boom” fuerte que apunte directamente al suelo. En cambio, la mayor parte de la energía se desvía hacia arriba, creando un “thump” suave que apenas supera los 75 dB en la superficie terrestre. El motor está colocado encima del fuselaje, lo que mantiene la parte inferior del avión libre de protrusiones. Esta disposición ayuda a que la corriente de gases de escape no interfiera con la zona donde se generan las ondas de choque, evitando que se sumen y produzcan un pico de presión 

Ultraligero Shark equipado para guerra electrónica contra drones

Revisando los borradores hemos descubierto que tenemos éste pendiente de publicar desde este verano. En Ucrania hemos visto utilizar diversos aviones ligeros de distintas maneras, desde convertir ultraligeros en bombas volantes a cazar drones desde ellos o armar aviones agrícolas. Pero no solo con armas y explosivos se equipan estos pequeños aviones, también se modifican como aviones de guerra electrónica en miniatura.

En concreto este es el Shark, de Shark Aero, y fue documentado por primera vez por Ate Chuet, en Le Bourget 2025, y Ucrania ya ha recibido las primeras unidades.

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