Hace más de diez años que esperábamos con ansia Masters of the Air, una serie a lo Band of Brothers o The Pacific, centrada en esta ocasión en la vida de las tripulaciones de los bombarderos B-17.
Y hace unos años, allá por 2016, y gracias a Guillermo Tabernilla y su gente de Fighting Basques pudimos participar en una sesión de fotos que recreaba la vida de estas tripulaciones entorno al avión. Así que esperemos que la disfrutéis…
pd: Disculpad las fotos del interior del avión, en lugar de estar hechas con la reflex están hechas con el móvil, y son más bien pocas y de baja calidad. Pero estábamos más centrados en disfrutar del hecho de estar dentro de un B-17 que en hacer fotos…
El ala delta en Francia está indiscutiblemente vinculada a Dassault. Sin embargo, antes de él, se estudió utilizando un avión que sigue siendo desconocido para el público en general: el Gerfaut, y acaba de celebrar los 70 años de su primer vuelo.
Este fue diseñado por Jean Galtier, en la empresa Arsenal, como una aeronave experimental a petición del gobierno, con el objetivo ulterior de convertirla rápidamente en una aeronave de serie para la intercepción. El contrato se otorgó en enero de 1953, para un interceptor ligero (menos de 4 toneladas), pero supersónico. Debía poder ascender a 15,000 metros en menos de 4 minutos.
Se basaba los Arsenal (o SFECMAS) 1301 y 2301. Planeadores para ensayar y entender el comportamiento de las alas supersóinicas. Ambos compartían fuselaje, aunque uno tenía el ala delta y el otro un ala en flecha convencional. Despegaban remolcados por DC-3, SNCAC Martinet o SNCASE SE.161 Languedoc. Fueron ensayados durante 1950 y 1951.
Luego vino el Gerfaut, o modelo 1400, cuyas versiones, del 1401 al 1405, diferían por su motor o ubicación de sus alas.
Muchos de los ensayos que se estaban realizando para aeronaves de alta velocidad estaban basados en estatorreactores. Pero los estatorreactores sólo empezaban a funcionar cuando la aeronave se encontraba ya volando a altas velocidades. Y los primeros turborreactores estaban algo limitados en cuanto al empuje que daban, por eso los primeros aviones a reacción como el famoso Messerschmitt 262 o el Heinkel 280 eran bimotores. Así que, ¿por qué no combinar ambos en una sola aeronave?
El 1401 era una combinación de turborreactor/estatorreactor de ala alta, el 1402 una combinación de turborreactor/estatorreactor de ala media, el 1403 idéntico al 1402 pero un motor de otra marca, el 1404 era de ala baja con la combinación de turborreactor y cohete y el 1405 una aeronave de ala baja y propulsada por un solo reactor, el ATAR 101.
Arsenal se convirtió en SFECMAS (Sociedad Francesa para el Estudio y Construcción de Equipos Aeronáuticos Especiales) en 1952, y luego fue adquirida por Nord Aviation el 1 de octubre de 1954, debido a la nacionalización.
El ala media del SFECMAS 1402A Gerfaut tenía una flecha positiva de más de 58°. El diminuto empenaje horizontal estaba situado alto, sobre el empenaje vertical, sin llegar a estar en T. Estaba motorizado con un solo motor ATAR 101C de 2300 kg alimentado por una entrada de aire frontal.
Voló por primera vez el 15 de enero de 1954 con André Turcat al mando. El 3 de agosto del mismo año, pilotado también por André Turcat,superaría Mach 1, durante un picado somero, sin usar postquemadores. Sería el primer avión francés con el ala en delta que superaría la barrera del sonido.
Solo se construyó una copia.
Ya como Nord, fue modificado como Nord 1402B o Gerfaut 1B. Este tenía un ala de envergadura extendida en un metro, y cambiaba su motor al más potente ATAR 101D-2 de 2800 kg. Su superficie alar aumentó de 19 a 26 metros cuadrados. Voló por primera vez el 27 de diciembre de 1954 en esta configuración, y rompería la barrera del sonido en vuelo nivelado.
La última versión fue el Nord 1405 Gerfaut II. Su estructura, así como sus alas, se refinaron aerodinámicamente, y se benefició de un motor ATAR 101G-1, aún más potente, de 3800 kgp, y luego de un ATAR 101G-2 de 4400 kgp. Voló por primera vez el 17 de abril de 1956, en manos de Michel Chalard. Con él, André Turcat rompió récords de velocidad de ascenso en febrero de 1957. Los 15,000 metros de altitud se alcanzarían en 3 minutos y 35 segundos. Además se le equiparía con un misil.
Una vez que se completaron las pruebas, se utilizó como banco de ensayos para probar el radar de intercepción Aladin.
Pero es la primera vez que vamos a mencionar todo en una sola entrada… Y es que Jules Védrines, el ganador de la carrera que mencionamos más arriba, fue el primero en aterrizar en un tejado en París, en concreto en el de als galerías Lafayette, donde se instalaría unos años después el que, posiblemente, sea el primer simulador de vuelo recreativo de la historia.
Védrines es uno de los primeros aviadores franceses. Fue instructor del célebre Guynemer, y pionero en la infiltración y recuperación de agentes en territorio enemigo con avión, lo que él llamaba hacer un servicio de ómnibus. Con todo este currículum, ¿os sorprende que aceptara el reto de aterrizar en el tejado de las galerías? Como no podía ser de otra manera, recogió el guante, y dijo aquello de «sujétame el cubata champagne».
El reto había sido lanzado en 1908 por las propias galerías: darían un premio de 25000 francos de la época al primer aviador que aterrizara sobre su tejado. ¡Lo intentó incluso Roland Garros! Pero la pista parecía demasiado pequeña.
Fue justo después de la guerra, el 19 de enero de 1919, y desafiando la ley que prohibía aterrizar en la ciudad de París desde 1912.
Despegó desde Issy-les-Moulineaux, aunque necesitó un par de intentos, pues el primero se vio frustrado por la niebla. Poca gente estaba avisada de este vuelo, a excepción de unos cuantos periodistas, por eso tenemos fotos y películas del aterrizaje.
La improvisada pista de aterrizaje tenía 28m de largo por 12m de ancho, pero él estaba acostumbrado a operaciones STOL, ¡y tas las líneas alemanas!
Utilizando la Torre Eiffel como guía, se guió hacia París sobre la niebla, y aprovechando que a media mañana se despejaba, aterrizaba sobre tejado. El aterrizaje fue bueno (aquél del que sales por tu propio pie), pero no perfecto (aquél en el que el avión queda reutilizable). Tras reparar los daños, devolvería el avión al aeródromo de partida despegando desde el propio tejado.
El avión escogido fue un Caudron G III, un avión de 80 caballos, de 1914 que para el año siguiente ya estaba obsoleto. Pero la elección era clara, un avión de vuelo lento, y de capacidad STOL
El aviador se embolsaría 25000 francos, menos 16 que tuvo que pagar de multa por sobrevolar París.
Debería haberlo hecho mejor. Pero no es mi culpa. Yo estaba enojado. Durante cuarenta y ocho horas estuve preparado este intento, que se prolongaba debido a objeciones administrativas. La niebla exasperó mi irritación. Me fui volando en una niebla opaca. A una altitud de 300 metros, la Torre Eiffel fue mi punto de referencia. Pero estaba demasiado alto; Bajé, volví a caer en la niebla, de la que emergí, de repente, entre el Teatro Francés y la Ópera. Todavía estaba demasiado alto, pero pude vislumbrar en los techos de las Galerías al ver al personal que las ocupaba replegarse rápidamente para hacerme espacio. En mi aproximación, tuve que describir dos o tres curvas alrededor de las Galerías, para poder aterrizar en un vuelo lento. Estaba demasiado enojado. Iba en la dirección correcta y no podía esperar a terminar de una vez. Me lancé recto, demasiado rápido, pero el aterrizaje fue bien medido y, salvo una riostra, dejé intacto el avión que me habían confiado.
Jules Védrines
Desde entonces, una estela en el tejado de las galerias conmemora el aterrizaje –
Aunque el Sukhoi es un avión de radio control volado por Alejandro, y el vídeo lo graba Tuckie desde un drone volando en formación. Y sí, tanto el uno como el otro volaron de forma legal dentro del aeropuerto. El resultado, espectacular, como cada vídeo que graba esta pareja, que forman un genial tándem, uno con sus radio control de cazas a reacción, el otro con sus vuelos en formación con sus cuadricópteros.
Esta Fortaleza Volante es un PB-1 de la marina, un avión de combate marítimo que solía ir equipado con un gran radar bajo el fuselaje, para escanear la superficie, que ha sido reemplazado por una cogida para aviones a escala.
En concreto, el modelo ensayado es un F8F Bearcat reproducido a un 40% de su tamaño, utilizado para ensayar los efectos de la compresibilidad del aire al aproximarnos a la velocidad del sonido.
Según el boletín de la marina, la réplica podía alcanzar las 600mph tras ser soltada. Los ensayos se llevaban a cabo sobre la Estación Naval de Philadelphia. El avión a escala, hecho íntegramente en madera, no contaba con ningún tipo de motor. Tan solo un contrapeso, de 500 libras de plomo, instalado en el morro hacía que cayera y acelerara por efecto de la gravedad. El avión estaba equipado con controles automáticos, que lo sacaban del picado a una altitud de seguridad, y con un paracaídas, que permitía recuperarlo de una manera segura.
El fuselaje se dividía en tres secciones. La trasera, que contaba con los controles de vuelo, cuyo comportamiento se prefijaba en tierra. La de morro, con el contrapeso de plomo. Y la sección delantera, justo tras el morro, donde se instalaba toda la instrumentación de ensayos en vuelo y telemetría.