El autogiro remolcado por un submarino Focke-Achgelis Fa 330

FA 330

El autogiro, aeronave de alas rotatorias que no lleva un motor acoplado a su rotor, fue inventado por Juan de la Cierva para lograr lo que debía ser la aeronave más segura del mundo, pues puede aterrizar en pocos metros aun sin motor. Esta particularidad de la aeronave, la de que el motor no mueva directamente sus palas, si no que se encuentren en autorrotación, fue aprovechada por los alemanes en la IIGM para crear esta especie de cometa de alas rotatorias, este autogiro remolcado, creado para que los submarinos emergidos pudieran ampliar su campo de visión.

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Opinión: Necesitamos desarrollar aviones “mini-VIGMA” y globos cautivos

Una de las mayores preocupaciones europeas es el control del Mediterráneo, no solo por la inmigración ilegal, si no por la creciente actividad del Estado Islámico. Así pues, las actividades de Vigilancia Marítima SAR, que siempre han sido vitales, están siendo o han sido reforzadas. Pero la actividad de Vigilancia Marítima SAR es cara. Muy cara. Poner infinidad de aviones o helicópteros a patrullar fronteras, en este caso las marítimas, a la espera de ver si “ocurre algo”.

Este tipo de misiones son las que vienen a los UAV como anillo al dedo (los UAV son idóneos para realizar las misiones D3 -Dull, Dirty, Dangerous- de forma económica). Y sin embargo aún no tenemos aviones no tripulados encargándose de patrullar nuestras costas. Ni los tendremos en una larga temporada. Para integrar los UAVs en el espacio aéreo hay que solucionar aún un detalle muy importante: el “Ver y evitar” (sense and avoid en los textos en inglés). No hay desarrollado ni certificado ningún sistema sense & avoid que instalar en los UAVs que permita su segura introducción en el espacio aéreo no segregado. Así pues la vigilancia marítima y patrulla de fronteras sigue consignada a helicópteros y aviones grandes (P-3, CN 235…)

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Storch, Do-27 , Piper y Cessna con tren de aterrizaje de oruga

Do-27 con cadenas

 

Y cuando uno pensaba que ya no podía encontrar más aviones con este tipo tren de aterrizaje, uno encuentra unos pocos más. Aunque hemos encontrado muy poca información sobre cada uno de ellos.

 

La idea, como en los tanques, era conseguir un tren de aterrizaje que fuera apto para cualquier tipo de superficie, desde agua a arena, hieñlo, pistas poco preparadas… sin embargo, los problemas de estos trenes de aterrizaje con viento cruzado, su peso, el precio del mantenimiento, y el rendimiento que han demostrado los neumáticos de baja presión tanto en los aviones más pequeños (con los neumáticos de tundra) como en los más grandes (trenes de aterrizaje con múltiples ruedas, como en el Galaxy o el A400M) al final han llevado a que caigan en desuso.

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