El 10 de Enero de 1964, comenzó como un día típico para el grupo de pruebas de vuelo en la planta de Boeing en Wichita. El piloto Chuck Fisher despegó en un B-52H con una tripulación de 3 hombres de Boeing, para obtener datos estructurales en una misión rutinaria.
Sobre Colorado, a 500 pies sobre el terreno montañoso, el B-52 se encontró con algo de turbulencias. Fisher trepó a 14,300 pies buscando aires más tranquilos. Aquí acaba el día típico. El bombardero volaba en turbulencia. Sintió como si el avión hubiera sido puesto en un ascensor gigante de alta velocidad, empujado arriba y abajo, y golpeado por un fuerte golpe en el lado derecho.
Fisher dijo a la tripulación que se preparase para abandonar el avión. Deceleró y bajó a unos 5000 pies para facilitar el salto.
Continuar leyendo «Incluso sin cola, el B-52 “Lo mejor que he volado”»