Los beneficios del Sol son de sobra conocidos. También los beneficios médicos. Paseos por el campo, al aire libre, respirar aire limpio, y Sol. Así que, ¿por qué no poner un hospital en las nubes?
Allá por el año 1930 fue cuando un abogado francés, llamado Charles L. Julliot propuso llevar a tuberculosos y otros enfermos en aviones o dirigibles hasta altas cotas para que les diera el sol y el aire. En Estados Unidos se oyó tal propuesta y el Dr. Ing. Karl Arnstein, ingeniero jefe y vicepresidente de la Goodyear-Zeppelin Corporation, responsable del diseño del dirigible más grande de la marina estadounidense, el Akron, explicó a Modern Mechanix como podría diseñarse semejante aeronave-hospital, y con estos datos prepararon la siguiente imagen:
En la parte superior del dirigible, una gran cristalera, donde estaría el sanatorio aéreo, con enseres necesarios para cuidar a los pacientes. Todas las ventananas y paneles transparentes deberían ser de celulosa. El vidrio quedaría totalmente descartado, no solo por el peligro que supondría su rotura, si no por el peso añadido.
Una aeronave así necesitaria seis millones y medio de pies cúbicos de gas, como los Akron y Makon que estaban siendo construidos para la marina. Un dirigible-hospital de este tamaño podría mantenerse en el aire durante semanas. Para el reabastecimiento de medicamentos y otros materiales, comunicación con tierra y transporte de personal podría usarse un avión, transportado en un hangar en el interior del dirigible (nota: observad que tanto el Akrom como el Makom tenían un caza parásito).
No se si para curar a gente que estuviera mal de los nervios o con tuberculosis funcionaría, ¡pero para los Aerotrastornados sería algo que podría curar todos los males! ¿Podrían hacer un hangar suficientemente grande como para poder subir con nuestro propio avión (o el que alquilemos) cuando nos apetezca?