La idea de los UAV siempre ha sido que sean baratos. Debían ser aeronaves que realizaran tareas peligrosas, aburridas o sucias (riesgos NBQ, por ejemplo). Pero también deberían ser baratos, más que sus equivalentes tripulados. Tanto que algunos, por ejemplo, se han convertido en drones kamikaze, munición que vuela en labores de reconocimiento y se estrella contra objetivos de oportunidad. Y claro está, antes o después tenían que llegar los drones de suministro desechables (no como aquél Burrito Bomber de hace unos años).
El concepto ICARUS de la DARPA es precisamente eso. Y ha sido asignado a Otherlabs, que ha presentado su planeador de cartón guiado por GPS.
El suministro desde el aire en zonas donde un avión no puede aterrizar ha sido problemático. En mente tenemos todos escenas de algunas películas bélicas donde los suministros se tiran con paracaídas y caen en zona enemiga… También es complicado el suministro en zonas remotas o en caso de catástrofe natural, sin carreteras disponibles ni zonas aterrizables cercanas. Para solucionar estos problemas nacen las especificaciones para ICARUS (Inbound, Controlled, Air-Releasable, Unrecoverable Systems): un sistema que permita transportar y entregar intacta hasta 3 libras (1.4kg) de carga útil a un punto designado por GPS con una precisión de 10m.
La respuesta ha sido APSARA (Aerial Platform Supporting Autonomous Resupply Actions) de Otherlabs (vídeo promocional aquí). Un planeador-ala volante de cartón que se puede lanzar desde cualquier otra aeronave (helicópteros, aviones de carga o incluso otros drones) y desciende planeando hasta el punto indicado. APSARA es de bajo coste, y en su mayoría es biodegradable. Lanzados de forma masiva desde el portalón de carga de un Hércules, por ejemplo, puede suministrar material médico y de precisión, medicinas, baterías… de manera precisa.
Y hasta aquí lo que dice la nota de prensa. Ahora nuestra opinión.
A nosotros en principio nos parece que la idea se queda corta, o coja. El no disponer de un motor puede suponer problemas de precisión. Y hay soluciones que podrían adaptarse por menos de 50$, como el motor eléctrico utilizado en Power Up 3.0.
Power Up 3.0 de Power Up Toys, que ya tiene muchos otros juguetes para convertir aviones de papel en auténticos drones
Por otro lado para grandes suministros hay otras opciones, que si bien no son totalmente reciclables o biodegradables podría trabajarse en ello. Por ejemplo, para lanzar desde avión, están los paracaídas y parafoil guiados por GPS. También lanzable desde avión y sin motor hubiéramos encontrado más útil, por su mayor carga de pago, una modificación del Flamingo de Embention. Se trataba de una bomba guiada por GPS y diseñada para apagar fuegos. O el concepto de Nitrofirex, modificado para hacer entregas. Para lanzamiento desde tierra, por ejemplo desde un convoy que no puede llegar al punto de destino, suministro guiado y con motor encontramos más útiles otros diseños, como convertir los viejos ultraligeros pendulares de primera generación en drones de carga: hasta 80-90 kg de carga útil. Por otro lado tanto las telas como los tubos, en zonas de catástrofe y aisladas, pueden ser muy bienvenidas para fabricar refugios, utilizar como palancas, fabricar ropa, sábanas, camillas…
Fuentes: