En el festival aéreo de Zouhai se presentaron en noviembre el caza J-31 junto con los aviones de transporte Y-20 y el de alerta temprana KJ-2000 (ver los vídeos que publicamos en noviembre sobre ello)
El J-31 se dio a conocer hace dos años como el último desarrollo chino en cazas de 5ª generación, que podría poner en el mercado a un precio bastante bajo para dotar a los países que tradicionalmente han comprado armas a China y Rusia de un caza furtivo.
El avión está motorizado con dos Klimov RD-93, una variante de los que monta el MiG 29. Hay rumores de que ingenieros de MiG han asistido a los chinos en la integración de los motores en el caza.
Según Aviation international online, la demostración del J-31 en Zouhai fue pobre y decepcionante. Dicen que el caza perdía mucha energía en los virajes, y que usaba el postquemador más tiempo de lo esperado para mantener alta la energía. Y eso en configuración limpia y preparado para una exhibición. Configurado para combate, su rendimiento hubiera sido aún peor.
Además está la humareda que dejaba tras de sí el caza, más propio de un viejo B-52 o de un Phantom que de un caza de última generación. Según otras fuentes de información, chinas, el J-31 monta dos tipos de motores, los RD-93 del MiG 29 para exportación, y un desarrollo que han hecho a partir de éste, el WS-13, que llevarán los cazas del Ejército Popular de Liberación. Se desconoce qué tipo de motores llevaba el aparato de la exhibición.
Mientras tanto, el Contraalmirante de la Marina del Ejército Popular de Liberación Zhang Zhaozhong dijo el 17 de Noviembre en Xiamen que la reingeniería inversa tiene sus limitaciones, y que al país le llevará aún algunos años desarrollar sus propios motores. También indicó que el caza J-31 le parece demasiado pesado para la potencia que tiene.
Para finalizar, el analista Richard Aboulafia, del Grupo Teal, dice que las prospecciones de mercado para la versión de exportación del J-31 no son positivas