Como podéis imaginar, no iba a dejar pasar la oportunidad de visitar el Museo del Ejército, y mucho menos sabiendo que tiene una exposición dedicada a la aviación…
El museo se encuentra en uno de los pabellones del Parque del Cincuentenario (mapa). En el pabellón gemelo se encuentra el Museo del Automóvil y el Real Museo de Arte e Historia. (la verdad es que no está mal la oferta museística belga…)
Cuenta con una impresionante colección de uniformes históricos relacionados con la independencia Belga y sus guerras coloniales, aunque las explicaciones dejan bastante que desear ¡echo de menos a mis amigos los renactors y que me expliquen qué es cada cosa!. Por supuesto cuenta con las salas de armamento medieval, armaduras… y algo que poca gente conoce, un mirador en la parte superior del museo, que permite ver todo bruselas…
La sección de la Primera Guerra Mundial me ha sido encarecidamente recomendada por algunos de los sospechosos habituales que me rodean, pero por desgracia está cerrada al público por remodelación: El año que viene (2014) se cumplen cien años del inicio de la Primera Guerra Mundial y bien merece un lavado de cara y poner todo en orden para ser visitado. No obstante, espero estar aquí todavía cuando abran la sala y poder visitarla.
Y el Gran Hall de la Aviación. Se encuentra en una gran nave de lo que queda del edificio de la exposición universal (si veis en planta el conjunto del parque, veréis que tiene forma de una gran U, y toda la zona de la U estuvo originalmente cerrada y cubierta). El edificio en sí ya es una maravilla de contemplar… a unos les recuerda a una estación de tren de las de la época, a otros a un hangar de dirigibles de los que se fabricarían poco después. La colección es variada, contando desde aviones ligeros, a un avión de aerolinea, pasando por supuesto por una sección dedicada a la historia de la aerolína nacional Sabena, el rincón de los paracaidistas o el dedicado a Alfred Renard, que merece una entrada aparte en este blog… Y para terminar la visita, o hacer una pausa en la misma, el SkyCafé, la cafetería del museo, para tomarse unas cervezas, un café, o comer con buena calidad y a buen precio… (aviso al navegante, hablan poco inglés, y será conveniente hablar en francés, o al menos en francinglish). Por supuesto, también habrá un rinconcito dedicado al piloto belga que atacó en solitario el cuartel de la Gestapo. Y a los pioneros de los aviones VTOL. Y por supuesto, una sección para algunos aparatos soviéticos
En general, el contenido del museo es -sencillamente- impresionante. Como crítica, diré que se agradecerían más carteles explicativos, así como correcciones en algunos de los que ya están puestos y contienen información errónea. ¡Ah! ¡Y no dejéis de visitar la tienda!Si no queréis comprar nada, dejad el monedero fuera.
Os dejamos algunas fotos, solo para abrir apetito, y un enlace a la galería de Flickr donde están subidas todas las fotos. Lástima que sean fotos tomadas con un móvil y no con una cámara de verdad, así como que las condiciones de iluminación no fueran siempre las idóneas para sacar las fotos…
Por cierto, ya que estáis en la zona, no dejéis de pasar por un discreto monumento a la derecha del museo, el monumento a los aviadores militares caídos en acción.
