La importancia del Hurricane, de Sydney Camm, en la Batalla de Inglaterra ha estado a la sombra de su compañero de batalla, el Vickers-Supermarine Spitfire, de R. Mitchell. Sin embargo fue el caza de Camm el que ayudo a un rápido crecimiento de la RAF y el que participó en mayor número en la Batalla de Inglaterra. Y hoy se cumplen 77 años del primer vuelo del Hurricane, descendiente directo de uno de los biplanos más bonitos de la historia, el Hawker Fury.
El Hurricane nació como un desarrollo privado de Hawker, utilizando las mismas técnicas constructivas que había utilizado la compañía durante los años 20 y 30 para todos sus modelos, es decir tubo de acero soldado, recubrimiento de tela, uso de madera… como en el bombardero Hart y el caza Fury, por ejemplo. Precisamente el no utilizar técnicas novedosas fue lo que ayudó a tener menos problemas para poner en producción este caza, que los que tuvo el Spitfire (retrasos por el complejo entramado de subcontratación y lo novedoso del diseño).
Problemático al comienzo de su “carrera profesional” y poco popular entre sus pilotos por la larga carrera de despegue por las reticencias de su diseñador a montar una hélice tripala de “velocidad constante”, más pesada pero más eficiente que la original bipala de paso fijo, llegó a ser un avión muy popular entre sus pilotos, que incluso lo preferían al más ágil Spitfire (algunos incluso defienden que el Hurricane era al menos TAN maniobrable como el Spitfire).
Su perfil alar más grueso también facilitó el montaje de cualquier armamento en el avión, al contrario que las delgadas alas del Spitfire, y su estabilidad como plataforma de tiro le hacía más adecuado que el Spitfire para los pilotos novatos. Aunque el uso de una estructura de tubo y tela facilitó su rápida puesta en producción, así como su reparabilidad, también limitó desde su nacimiento el potencial de desarrollo del avión. Sin embargo esto no evitó que el Hurricane estuviera en servicio desde el comienzo de la Segunda Guerra hasta el final, que sirviera en todos los frentes, y que se desarrollaran numerosas variantes, desde cazas con 8 o 12 ametralladoras Browning de .303” a aviones de ataque a tierra con cañones de 40mm, pasando por versiones armadas con cañones Hispano Suiza 404 de 20mm, aviones adaptados con gancho para portaaviones y lanzables desde catapultas para protección de cargueros, e incluso versiones más extrañas con esquíes o el Hillson FH.40 que dotaba al Hurricane de un segundo ala/depósito de combustible para ferry desmontable.
Fue el único enemigo un poco digno que pudo interponer el SEAC (South East Asia Command,l Mando británico en la isla de Ceylan para operaciones en el Índico contra los japoneses, Principalmente en el teatro de operaciones CBI – China-Birmania-India)a la exitosa guerra relámpago japonesa hasta la aparición del Spitifire MKVIII varios años después y que su capacidad de aguante de castigo era muy superior a la del Me Bf109 o la del propio Spitfire.
Sin embargo, la velocidad más reducida les impedía evitar que los Me Bf110 se les escapasen si no querían entablar combate y los ponía en seria desventaja cuando se desarrolló la versión F del Bf109 o el propio Fw190A.
La obsolescencia de su planta motriz les relegó a tareas interinas de ataque a tierra en teatros secundarios como África o Lejano Oriente hasta la irrupción de los cazabombarderos especializados Typhoon, Tempest y los masivos refuerzos de escuadrones norteamericanos equipados con P47 y P38. Esto supuso el fin del servicio de los Hurricane.
El último «Hurri» salido de factoría, se llama «The last of the many» y actualmente se conserva en la Escuadrilla Memorial de la Batalla de Inglaterra.
Desde Sandglass Patrol queremos rendir homenaje a este duro “caballo de batalla” que luchó en todos los frentes y devolvió sanos y salvos a muchos pilotos hasta la base, a pesar de contar con innumerables daños.