Piper cub como aviones parásitos de dirigibles de lucha antisubmarina (Portaaviones aéreos 28)

En 1944, la US Navy y Piper Aircraft desarrollaron un concepto en el que una Piper NE-1 (J-3) Cub sería transportada como aeronave parásita en la panza de un dirigible de patrulla marítima y lucha antisubmarina Clase M, que actuaría como nave nodriza.

Al menos dos Cubs y un dirigible fueron modificados para este proyecto y se realizaron varios vuelos de prueba en la estación aérea naval de Lakehurst, en Nueva Jersey. Sin embargo, el proyecto fue finalmente cancelado por considerarse poco práctico.

La Cub parásita fue conocida como Glimpy. Su función era actuar como aeronave de observación surrogada a las necesidades del dirigible para buscar submarinos, una vez localizado, el avión regresaba al dirigible y este último iniciaba la caza utilizando sus cargas de profundidad y minas..También se pensó en dronizarla —palabra ahora muy de moda— y armarla con una carga de profundidad, para contar con un proto-UCAV para lucha anti-submarinos (ASW). Otra de las misiones del Glimpy era el de enlace urgente: transportar rápidamente a observadores, películas clasificadas, documentos o personal y material relacionado con rescates hasta la costa.

La idea de un avión parásito no era nueva para los almirantes estadounidenses, que ya habían utilizado (brevemente) durante el periodo de entreguerras los famosos cazas monomotor Curtiss F9C Sparrowhawk desde el Akron y el Makon. Ni tampoco es una idea desconocida para los fieles seguidores del blog, que saben que la serie de Portaaviones aéreos, con 28 entradas ya, es una de las más exitosas del blog.

Se realizaron pruebas en marzo de 1944 sobre la bahía de Chesapeake, en la costa este de los Estados Unidos. Dos Piper NE-1 fueron modificados especialmente para ser colgados bajo el dirigible, recibiendo la designación de Piper OE. Otra modificación fue la retirada del doble-mando, haciendo que sólo fuera pilotable desde una de los dos asientos. Y, además, al primero de los dos aviones se le retiró el tren de aterrizaje: ¡para qué lo iba a necesitar si la idea era que despegara y aterrizara siempre desde el dirigible! Así el avión pesaba menos, y en caso de tener que amerizar —no olvidemos que la idea era operar en entorno marítimo siempre— evitaba el riesgo de capotaje al contactar el tren con el agua.

Durante el primer ensayo, ninguna de las dos Cubs fue liberada desde el dirigible, y se limitaron a vuelos con el avión amarrado.

En el segundo vuelo sí se liberó el avión, pero tras seis intentos, el piloto fue incapaz de reengancharse al dirigible. Su piloto se vio obligado a aterrizar en tierra con un avión sin tren de aterrizaje. Lo hizo a motor parado, pero terminó estrellándose. El piloto de pruebas pasó unas semanas en el hospital naval, mientras que el avión quedó completamente destruido. Posiblemente este fue el echo que hizo que se desistiera de la idea de retirar el tren…

Las pruebas continuaron con la segunda Piper, que mantuvo su tren de aterrizaje. Se realizaron varios intentos de recuperación y, finalmente, el avión logró volver a engancharse al dirigible en el octavo vuelo. En los siete intentos anteriores, el piloto tuvo que dirigirse a la recién inaugurada base aeronaval de Patuxent River, desde donde se realizaban estas pruebas aéreas. Los ingenieros y pilotos de pruebas apodaron al avión «Glimpy«, que puede traducirse como el «cojito».

Finalmente, la aventura de Glimpy y el dirigible flexible ZNP-M terminó en mayo de 1944, cuando la US Navy decidió no continuar con el desarrollo del programa. El segundo, y finalmente único, Piper OE permaneció en la base aeronaval hasta 1952, donde voló como avión de servicio y apoyo a las pruebas de vuelo. Cuando fue retirado del servicio, todavía llevaba su apodo de «cojo» pintado en el morro.

El dirigible utilizado para los ensayos batiría varios récords después de la guerra.

La Piper NE-1

La Piper Cub es uno de los aviones ligeros más reconocidos en el mundo de la aviación. Se introdujo en 1930 como Taylor E-2. El modelo fue renombrado como Piper cuando William T. Piper compró la compañía a C. Gilbert Taylor.

Piper creó más diseños basados en el modelo original, el primero fue el J-2, diseñado por Walter Jamineau en 1936, que dio un gran impulso a la compañía, ya que entre 1936 y 1938 se produjeron 1.200.

Jamineau evolucionó el diseño para crear la que pasaría a la historia como avioneta mítica, Piper J-3.

Cuando el ejército de los Estados Unidos vio el éxito de las Piper en el entrenamiento civil, también comenzaron a usarlos. El avión desempeñó muchos roles, el más famoso es el de enlace, de ahí la designación L-4 (L por liaison) que recibió en la USAAF. Pero también realizaron labores de tiro artillero, evacuación médica, reconocimiento… e incluso operaron embarcadas desde lanchas de desembarco LST.

Como suele ser habitual, la designación de la US Navy es distinta, y allí fue bautizada como NE-1. La USN, la Guardia Costera y la Patrulla Aérea Civil también los tuvieron en servicio.

Fuentes

Protección de convoyes en la IIGM: Dirigibles contra submarinos

Los dirigibles no rígidos fueron un componente importante de la aviación naval de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y hasta la década de 1950. La mayor “clase” de dirigibles de patrulla marítima, hasta la Segunda Guerra Mundial, era la serie K.

El K-1 fue un dirigible experimental construido por la Fábrica de Aeronaves Navales en Filadelfia en 1931. Entre las características que introdujo estaba una “góndola” o “carro” unido directamente al envoltorio. El K-1 tenía dos motores, y su «globo» tenía una capacidad de 319,900 pies cúbicos (9058,6 metros cúbicos) y una velocidad máxima de 65 millas por hora (105km/h). Ese primer dirigible sirvió como prototipo o como dirigible de pre-serie y realizó labores de ensayos en vuelo y de entrenamiento hasta que fue dado de baja en 1941.

Para entonces, la producción estaba en marcha en Goodyear en Akron, Ohio, para la serie K-2, más grande, rápida y capaz. Realizó su primer vuelo el 6 de diciembre de 1938. (La Armada asumió todas las operaciones de más ligeros que el aire en 1937, poniendo fin a los esfuerzos separados del Ejército y la Armada; la disposición del Los Ángeles [ZR-3] en 1939 marcó el fin del programa de dirigibles rígidos de la Armada).

Se produjeron un total de 134 dirigibles de la serie K por parte de Goodyear. A finales de 1942, la compañía construía cinco dirigibles de la serie K al año, y alcanzó una producción máxima de 11 por mes a mediados de 1943. Había varias subseries, que diferían principalmente en el tamaño del globo y los motores.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los dirigibles estaban equipados con una ametralladora calibre .50 en la parte frontal de la góndola y podían llevar cuatro cargas de profundidad Mk-47 de 325 libras.

Cargando las cargas de profundidad

Algunos dirigibles de la serie K estaban equipados con el radar ASG, que mostraba ecos de retorno en un indicador de posición similar a un mapa; tenía un alcance de unas 90 millas para objetos superficiales pequeños. También se instaló un detector de anomalías magnéticas (MAD) que podía detectar la presencia de un submarino en aguas relativamente poco profundas. La limitación de profundidad del MAD requería que el dirigible volara bastante bajo, y, por supuesto, el sistema identificaría los pecios metálicos de naufragios en aguas poco profundas

Durante la guerra, los dirigibles de la US Navy, principalmente los de la serie K, realizaron 37000 patrullas, la mayoría frente a las costas atlánticas de América del Norte y del Sur, sobre el Caribe y, más tarde en la guerra, sobre el Estrecho de Gibraltar y el Mediterráneo occidental.

Los primeros dirigibles no rígidos de cualquier nación en cruzar el Atlántico fueron seis dirigibles de la serie K que volaron desde South Weymouth, Massachusetts, a través de Terranova y las Azores hasta Port Lyautey (ahora Kenitra) en Marruecos francés durante junio de 1944. El tiempo de vuelo para cada una de las tres etapas fue de aproximadamente 20 horas. Más dirigibles los siguieron a través del Atlántico.

Estos dirigibles buscaron submarinos en las del estrecho utilizando y más tarde se emplearon para localizar minas en puertos del Mediterráneo.

La secuencia de producción de los dirigibles de la serie K no fue sencilla, con sus números fuera de secuencia con las subseries. Y, como se mencionó anteriormente, el tamaño del «globo» y los motores variaban según la subserie. Después de la guerra, algunos dirigibles de la serie K fueron reconstruidos extensamente, aún más grandes.

Durante la guerra, los dirigibles de la serie K fueron designados como ZNP-K, donde la “Z” indicaba más ligero que el aire, la “N” no rígido y la “P” patrulla. Los dirigibles individuales se identificaban (generalmente) mediante números secuenciales, como ZNP-K-2, etc. Invariablemente, se les identificaba simplemente por sus designaciones de la serie K. Los dirigibles reconstruidos después de la guerra llevaron las designaciones de serie ZP4K y ZP5K, que posteriormente se cambiaron a ZSG-4 y ZS2G-1, respectivamente.

Pero sí hay un enfrentamiento entre un dirigible y un U-boat.

K-74 Vs U-134

Ese “hundimiento” de un U-boat ocurrió en la noche del 18 al 19 de julio de 1943, cuando los dirigibles K-32 y K-74 patrullaban sobre los Estrechos de Florida. El destructor USS Dahlgren (DD-187) también estaba en la zona. Los dos dirigibles detectaron al U-134 alemán con su radar, y el K-74 atacó. El U-boat permaneció en la superficie y luchó contra el dirigible.

La tripulación del K-74, al detectar que el U-134 salía a la superficie para recargar sus baterías -un momento necesario pero vulnerable para cualquier submarino- se enfrentó a una decisión crítica. El protocolo estándar para las aeronaves implicaba el reconocimiento y la presentación de informes, permitiendo a las fuerzas navales de superficie emprender acciones directas.

Ametrallador de morro

Sin embargo, el U-134 se dirigía directamente a los buques de suministro aliados. Esto llevó al capitán del K-74 a ignorar el protocolo y atacar al U-Boot. El U-134 era un Tipo VIIC.

Armado con cargas de profundidad, la principal arma antisubmarina de la época, el K-74 inició su aproximación hacia el U-134. Las cargas de profundidad, diseñadas para detonar a profundidades predeterminadas, eran una herramienta eficaz contra los submarinos sumergidos, pero su despliegue desde una aeronave, especialmente en un escenario de asalto directo a un submarino emergido, distaba mucho de ser convencional.

La respuesta del U-134 fue rápida y defensiva, haciéndole frente con su cañón antiaéreo de 20 mm. El K-74 respondió con una ametralladora del calibre 50. Había comenzado un amargo duelo mientras la aeronave se acercaba a su objetivo.

Existe cierta confusión sobre si las cargas de profundidad del K-74 fallaron durante el ataque, pero los daños bajo la línea de flotación del submarino indicarían que al menos una carga de profundidad explotó en las proximidades. La tripulación del K-74 atacó al submarino con la ametralladora calibre .50 montada en el morro de la góndola, así como con sus armas personales, incluidas una Thompson SMG y pistolas M1911.

Submarino siendo ametrallado

El fuego de respuesta de los cañones antiaéreos de 20 mm del U-Boot averió uno de los motores del K-74, perforó la bolsa de gas en varios lugares e hirió a un tripulante. A cambio, el fuego del K-74 dañó el submarino, los impactos de las grandes balas de calibre .50 dañaron el casco del submarino, haciéndolo incapaz de sumergirse. El U-134 abandonó la zona y regresó renqueando a su base en Francia. Nunca llegó a casa. El U-134 fue hundido con todos sus tripulantes a bordo el 27 de agosto de 1943, en el Golfo de Vizcaya, por la fragata británica HMS Rother.

El fuego defensivo del submarino resultó efectivo. El K-74 se estrelló en el mar, pero su tripulación sobrevivió al enfrentamiento inicial, pero quedó flotando en el Golfo de México. Permanecieron en el agua hasta el día siguiente, cuando fueron encontrados por un submarino estadounidense.

Lamentablemente, un miembro de la tripulación, Isadore Stessel, perdió la vida por el ataque de un tiburón momentos antes de que pudiera efectuarse el rescate, lo que supuso la única baja de la tripulación de un dirigible de la Marina estadounidense en la Segunda Guerra Mundial.

¿Fueron decisivos los dirigibles en la protección de convoyes?

Los entusiastas de los dirigibles señalan que no se perdió ningún barco en los convoyes escoltados por dirigibles debido a ataques de U-boats. Esto es correcto, pero no es una prueba concluyente, pues cada uno de esos convoyes estaba escoltado también por buques de superficie, y algunos también tenían portaaviones de escolta o “jeep” con aviones que buscaban U-boats. Es difícil demostrar que fuera sólo por la presencia de dirigibles.

Incluso puede que atrayeran la atención de los submarinos. Al final un dirigible de este tamaño es muy visible a larga distancia, y si un submarino avistaba un dirigible, sabría con toda seguridad el rumbo en el que encontraría el convoy.

Fuentes: US Naval Institute y -1-, -2- -3- -4- -5- -6-

Dirigibles de patrulla marítima en los años 50 y récords de vuelo

Durante el comienzo de la Guerra Fría, el Jefe de Operaciones Navales ordenó realizar estudios para evaluar plataformas de vuelo de larga duración que pudieran permanecer en el aire y utilizarse para detectar misiles entrantes de largo alcance y realizar patrullas antisubmarinas.

Un dirigible de la serie N y un Skyrider. Uno de los dos parece anacrónico

Los veteranos dirigibles hacía décadas que habían demostrado su eficacia en labores de patrulla y control, así que, por qué no, en plena década de los 50 podían ser aún una solución, temporal, decente para cubrir los vacíos entre las estaciones de radar terrestres, a pesar de su talón de Aquiles con la meteo, así que serían estudiados para estas funciones, y estarían en servicio hasta 1961, cuando el servicio fue cerrado tras una serie de accidentes.

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El dirigible del Co-fundador de Google tiene luz verde de la FAA para el primer vuelo

Sergey Brin, co-fundador de Google, fundó LTA (lighter than air) Research con intención de crear dirigibles que pudieran transportar personas o bienes en zonas remotas con malas comunicaciones y/o en caso de desastres naturales.

LTA ha estado diseñando y construyendo este dirigible de última generación en los últimos años. Su estructura está formada por mamparos de titanio y barras de fibra de carbono, y estará propulsado por 12 motores eléctricos.

Y gracias a IEEE sabemos que la FAA le ha concedido en septiembre un certificado de aeronavegabilidad especial, lo que significa que en breve empezará los ensayos en vuelo.

El certificado permite a LTA volar el Pathfinder 1 dentro de los límites de Moffett Field y el espacio aéreo del vecino aeropuerto de Palo Alto, a una altura de hasta 460 metros (1500 pies). Esto le permitirá aventurarse sobre el sur de la Bahía de San Francisco, sin interferir con los aviones que entran o salen de los aeropuertos comerciales de San José y San Francisco International.

El enorme dirigible inicialmente estará sujeto a un mástil de amarre móvil para pruebas en tierra al aire libre, antes de realizar 50 horas de vuelo a lo largo de unos 25 vuelos.

Doce motores eléctricos distribuidos en los laterales y la cola del dirigible impulsarán al dirigible, que alcanzará velocidades de hasta aproximadamente 120 kilómetros por hora. Una resistente capa de material laminado de Tedlar forma el revestimiento de la aeronave, y contiene en su interior 13 bolsas de helio de nylon ripstop. Estas bolsas tienen instalados sistemas lidar, para controlar el nivel de gas de su interior.

Pathfinder 1 cuenta con un sistema motor híbrido, con dos generadores diésel de 150 kilovatios que trabajan junto a 24 baterías para proporcionar energía a los motores eléctricos, según una reciente presentación del CEO de LTA, Alan Weston. Él afirmó que LTA tiene planes de utilizar hidrógeno en futuras versiones del dirigible, tal vez como combustible para futuras celdas de combustible o motores.

Aunque el Pathfinder 1 está diseñado para ser operado por un solo piloto, cuenta con doble-mando y, según la carta de LTA a la FAA, tendrá un segundo piloto a bordo «para las pruebas de vuelo iniciales hasta que se pueda evaluar la carga de trabajo del piloto». La góndola que LTA está utilizando para el dirigible fue diseñada por la famosa compañía Zeppelin en Alemania y puede acomodar hasta 14 personas, aunque durante las pruebas no se permitirán pasajeros.

Con una longitud de 407 pies (124 metros) y un diámetro de 66 pies (20 metros), es considerablemente más largo que el Airlander 10, aunque tiene menos de la mitad de su anchura, lo que le convierte en el mayor dirigible construido en los Estados Unidos desde el Makom. Puede que no califique como la aeronave más grande del mundo, pero sigue siendo absolutamente enorme, aproximándose al doble de la longitud de un Airbus A380. Y aun así, tan solo es una prueba de concepto de lo que vendrá después, el Pathfinder 3: Un dirigible de 984 pies (300 metros). Esto es incluso más grande que los gigantescos dirigibles de la clase Hindenburg de 804 x 135 pies (245 x 41 metros) de la década de 1930, que siguen siendo hasta el día de hoy las aeronaves más grandes jamás construidas.

En última instancia, LTA tiene la intención de utilizar sus aeronaves para misiones humanitarias, transportando carga y personal a áreas inaccesibles por carretera. Brin dirige una organización sin fines de lucro independiente de LTA, llamada Global Support and Development, que ya ha llevado a cabo dichas misiones por mar, en el Caribe, América Latina y el Pacífico Sur.

Comentarios

Si bien es cierto que la necesidad de infraestructuras necesarias para dar soporte en tierra a este tipo de aeronaves son escasas, sería interesante saber cómo se piensan solventar los problemas típicos de los dirigibles, que son algo difíciles de manejar en tierra y hace falta anclarlos. De hecho, por ese motivo en la última oleada que hubo de regreso al dirigible se apostaba por aeronaves híbridas, donde el 80% de la sustentación venía del helio y el resto de la forma de fuselaje sustentador de la aeronave.

Fuentes

Airnostrum dobla su apuesta por el dirigible híbrido de HAV

Esta vez vez sí hablamos del enésimo regreso de los dirigibles. No es la primera vez que hablamos de los dirigibles híbridos de HAV, ni de sus posibles clientes, por ello no nos explayaremos mucho.

No es un dirigible puro, proporcionando el gas sólo un 80% de la flotación, mientras que el 20% restante de la sustentación viene del cuerpo sustentador. Esto hace que, aunque tenga la desventaja del gran tamaño, no se vea tan afectado por las condiciones ambientales. Sigue siendo más lento que un ala rígida, pero con menos consumo, y con grandes capacidades STOL, lo que, en principio, lo hace especialmente adecuado para rutas de baja densidad, corta distancia y zonas aisladas. Habría que ver los números del estudio económico.

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