El sustituto del B-2 nos tiene cautivados a todos los aerotrastornados y analistas de defensa desde que supimos de su existencia. Y hoy, el foto periodista freelanceMatt Harman nos ha dado la sorpresa publicando en su cuenta de twitter una foto y un vídeo del primer vuelo del B-21 Raider.
El vídeo compartido por Hartman muestra el B-21, indicativo de radio RAIDER 33, despegando de la Planta 42 en Mojave, con un F-16 de laUSAF en formación cerrada, como escolta y aparato de observación, ¡así que esperamos que poco a poco vayan apareciendo cada vez más fotos del avión!
Como el despegue fue filmado desde lejos y de alguna manera debajo del avión, todavía es difícil determinar algunas de las características geométricas del nuevo bombardero, incluida la disposición de su planta motriz, que hasta el día de hoy sigue siendo una incertidumbre.
Parece ser que el primer vuelo estaba previsto para ayer, pero que no se realizó por algunos problemas técnicos no especificados, dice The Aviationist.
El avión despegó a las 6:51 a.m. locales, según Reuters. Los líderes de la Fuerza Aérea no dieron publicidad al primer vuelo del B-21, pero unas tres docenas de aerotrastornados y spotters se reunieron esta mañana alrededor de la Planta 42, en Mojave, con la esperanza de ver al bombardero surcar los cielos.
También segun Reuters, se prevé que cada uno de los aviones cueste aproximadamente 550 millones de dólares, en dólares de 2010, o alrededor de 750 millones de dólares en dólares actuales ajustados a la inflación. Sin embargo, la USAF ha mantenido clasificada cualquier otra información sobre precios, «lo que dificulta la validación del costo propuesto», dijo el Servicio de Investigación del Congreso en un informe de 2021.
La USAF planea comprar al menos 100 aviones y comenzar a reemplazar los bombarderos B-1 y B-2. Actualmente se están fabricando seis aviones más de ensayos. Se están construyendo en la misma línea, utilizando las herramientas, procesos y técnicas que se utilizarán para los aviones de serie (aunque lo normal es que la producción de estos prototipos sirvan para afinar estos utillajes y procedimientos y se produzcan cambios).
Northrop Grumman ha publicado una nota de prensa para decir que que las pruebas del futuro nuevo bombardero de la USAF marchan como era de esperar y que el progreso hacia el primer vuelo es el adecuado. Vamos, como se decía cuando yo era niño en algunas calificaciones de los cursos inferiores, PA+, (progresa adecuadamente +).
La foto deja ver poco más que las anteriores que hemos publicado e incluso analizado en el blog. Así que vamos con la nota de prensa:
Nota de prensa
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos anunció el 12 de septiembre que el B-21 Raider ha iniciado las pruebas de motor como parte de su programa de pruebas en tierra en las instalaciones de Northrop Grumman en Palmdale, California. Las pruebas de motor son un hito esencial para el programa, ya que la primera aeronave de sexta generación del mundo continúa en camino a las pruebas de vuelo.
Desarrollado con la próxima generación de tecnología furtiva, capacidades avanzadas de redes y arquitectura de sistemas abiertos, el B-21 Raider servirá como columna vertebral de la flota de bombarderos de Estados Unidos.
Los Blended Wing Body o BWB aparecen cada cierto tiempo en este blog desde que lo abrimos. Siempre se habla de sus posibilidades como configuración del avión del futuro, frente a la configuración tubo-y-ala, por su baja resistencia aerodinámica, y por tanto bajo consumo, así como su alto volumen disponible de carga. Y hoy nos hemos sorprendido con la nota de prensa de la USAF en la que anuncian que la start-upJetZero construirá un prototipo de BWB.
Según la nota de prensa…
El Departamento de la Fuerza Aérea seleccionó a JetZero para la próxima fase de un proyecto de prototipo de aeronave BWB el 16 de agosto.
El 16 de agosto de 2023, el Departamento de la Fuerza Aérea seleccionó a JetZero para el proyecto de prototipo de BWB, y para demostrar su viabilidad.
Con un diseño que difiere de una aeronave tradicional de tubo y ala, el BWB combina el cuerpo de la aeronave con su ala de alta relación de aspecto, reduciendo la resistencia aerodinámica en al menos un 30% y proporcionando sustentación adicional. Esta mayor eficiencia permitiría un mayor alcance, más autonomía y una mayor eficiencia en el consumo, capacidades que son vitales para mitigar los riesgos logísticos.
Y por su tipología puede reemplazar muchos tipos de aeronaves de la fuerza aérea, estima la nota de prensa que el 60% de la flota.
El departamento de defensa invertirá 235M$ en cuatro años, y esperan que el primer vuelo sea en 2027.
y según muchos otros investigadores, la configuración de ala-y-tubo no ha evolucionado apenas desde los años 30, y va siendo hora de de un cambio.
Además de los citadas ventajas de reducción de consumo y por tanto incremento de la autonomía, cita que por su tamaño puede seguir utilizando las infraestructuras ya existentes.
Además, la posición de los motores permite apantallar el ruido, haciendo que éste sea menor en tierra, reduciendo así su firma sónica.
Aunque una de las desventajas que se suelen atribuir a este tipo de aeronaves es el tiempo de evacuacion, y lo difícil que es escalar hacia arriba esta configuración sin incrementar más allá de lo permisible el ya citado tiempo de evacuación, Jet Zero indica que esta configuración permite un embarque y desembarque más rápidos.
Otros de los inconvenientes que se suelen citar para esta configuración es la no idoneidad para ser presurizada (para ésto es mejor un fuselaje cilíndrico), lo lejos que quedan las ventanas de los pasajeros en las zonas centrales, y las aceleraciones que sufren los pasajeros situados en las zonas más externas del fuselaje. Sin embargo JetZero defiende que esta configuración mejorará la experiencia del pasajero. Aunque, ya sean inconvenientes o ventajas, no son tan críticas para las variantes militares propuestas.
Hemos hablado de numerosas versiones raras de aviones. Pero esta yo creo que se lleva la palma. Aunque lo más extraño no sea el avión en sí, que no tiene ninguna forma peculiar, ni fuselaje doble, ni materiales exóticos… sino el uso para el que fue diseñado: Estos King Cobra fueron concebidos para que las tripulaciones de bombarderos hicieran blanco sobre ellos, disparándoles con munición de plástico. ¿Vosotros tendríais la sangre fría de permitir que cientos de artilleros os dispararan DE VERDAD, sólo para practicar su puntería? Los cazas, además de una tonelada de blindaje extra, llevaban en el cono de la hélice una luz que se encendía si el artillero había hecho blanco.
El avión, utilizado como blanco aéreo ¡con piloto real dentro!, generalmente se pintó de color naranja brillante para aumentar su visibilidad, aunque hay otros esquemas de pintura acebrados.
Se eliminó todo el armamento y el blingaje estándar, y se sustituyeron por una tonelada de blindaje adicional, que incorporaba sensores para detectar los impactos, que eran señalados con una luz en el cono de la hélice, por donde normalmente asomaba el cañón de 37mm. Esto le valió al avión el apodo no oficial de Pinball, nombre que terminó pintado en el morro de las primeras unidades modificadas. Esta variante recibió el nombre de RP-63.
Como las aeronaves iban tripuladas, se desarrolló munición frangible, hecha de baquelita y plomo, que debía desintegrarse al impactar contra el avión. Estos se conocían como «Cartucho, calibre .30, frangible, bola, M22».
La mejor manera de entrenar a un piloto es hacer que vuele un avión real hasta que sea competente, ¿verdad? Entonces, ¿por qué no entrenar a los artilleros aéreos permitiéndoles disparar a aviones reales? Y, de hecho, esto se haría posteriormente con aviones excedentes de la Segunda Guerra Mundial, como el Hellcat, convertidos en aviones a control remoto y pintados con el mismo color naranja. ¡Pero eso, a control remoto, no tripulados!. Esto hace que este programa sea uno de los más inusuales de las Fuerzas Aéreas del Ejército de EE. UU. (USAAF) en la Segunda Guerra Mundial.
El entrenamiento organizado de artilleros aéreos no comenzó hasta junio de 1941, cuando se estableció la primera escuela de artillería en Las Vagas, Nevada. Tradicionalmente, en todas las escuelas, el entrenamiento inicial del artillero se llevó a cabo utilizando dispositivos improvisados como escopetas montadas en la parte posterior de plataformas móviles, o entrenadores más sofisticados como los entrenadores Jam Handy y Waller. Algunos de los mejores y más realistas entrenamientos se realizaron usando cámaras ametralladora, pero había que esperar a revelar el carrete para evaluar al artillero.
Al mayor Cameron Fairchild se le atribuye la idea de desarrollar una bala no letal que podría dispararse en combates simulados pero sin derribar a los aviones blanco. Inicialmente, la idea era hacer las balas de vidrio, que se romperían y astillarían al golpear algo sólido. Para investigar formas de hacer una bala frangible, Fairchild contó con la ayuda de dos profesores de la Universidad de Duke, Paul Gross y Marcus Hobbs.
En el otoño de 1942, Fairchild presentó su munición al Comité de Investigación de la Defensa Nacional (NDRC, por sus siglas en inglés), donde la propuesta se topó directamente con una pared de ladrillos: el Departamento de Artillería del Ejército, responsable del desarrollo de todas las armas y municiones, que argumentaba que cualquier bala que fuera verdaderamente frágil no tendría las mismas características balísticas que la munición real. También les preocupaban los daños que pudieran recibir el avión blanco y su piloto si no se desarrollaba un blindaje adecuado. Finalmente la NDRC permitió que la investigación continuara pero con financiación y urgencia limitadas.
Con el apoyo de Bakelite Corporation y la Universidad de Duke, los profesores Gross y Hobbs desarrollaron una bala calibre .30 hecha de plomo y baquelita que podía dispararse con una ametralladora ligeramente modificada. En los ensayos, dispararon contra paneles de blindaje de aluminio y, a distancias tan cortas como 9m, no los dañaban. A principios de 1944, la munición frangible estaba lista para la producción con la designación T-44.
Con el problema de las municiones y las armas resuelto, el enfoque ahora se centró en encontrar un avión objetivo adecuado. Las pruebas iniciales se realizaron contra un Douglas A-20 blindado con planchas de aluminio. Sin embargo, un caza monomotor, preferiblemente con un motor refrigerado por líquido, se parecería más y simularía mejor los cazas alemanes, como el Messerschmitt 109. Y el el único caza estadounidense moderno de alto rendimiento que no tenía demanda para uso en combate por parte de las fuerzas estadounidenses era el P-63 Kingcobra de Bell, la mayoría de los cuales se proporcionaban a la Unión Soviética en virtud de la Ley de Préstamo y Arriendo.
En agosto de 1944, Bell modificó cinco aviones P-63A, quitó todo el armamento, reemplazó gran parte de los paneles de aluminio delanteros con paneles blindados más gruesos e instaló vidrio blindado en el parabrisas y las ventanas laterales. Además, se instalaron más de 100 micrófonos detrás de los paneles blindados y se conectaron con un contador de impactos en la cabina, además de con la luz roja de la que hemos hablado antes, situada en el cono de la hélice, por donde solía disparar el cañón Oldsmobile de 37mm.
Designados oficialmente como RP-63A, los cinco prototipos rápidamente se conocieron como «Pinballs» y a alguno se le pintó ese nombre en el morro. Después de resolver algunos problemas carga y centrado, y por tanto de estabilidad, se ecnargaron otros 95 RP-63A, seguidos de 200 RP-63C a principios de 1945, totalizando 300 blancos aéreos tripulados.
Con las primeras entregas de munición frangible producida en masa y aviones Pinball disponibles, finalmente se puso en marcha el entrenamiento a principios de 1945, y la USAAF realizó una demostración pública en marzo de ese año. En abril de 1945, el entrenamiento del programa Pinball estaba en marcha en las siete escuelas de artillería.
Durante el entrenamiento surgieron varios problemas, algunos ya predichos, como la diferente balística de los proyectiles. Por eso las miras de las armas tuvieron que ser recalibradas para la menor velocidad de boca y diferente trayectoria de las balas frangibles. Además las balas de plomo y baquelita hacían que el arma se encasquillara más de lo normal. Aunque la peor parte se la llevaban los pilotos. Pese al blindaje, cuando una bala de plástico hacía blanco en los radiadores, sólo quedaba saltar o aterrizar con el motor parado. Aunque el susto más grande se lo llevó un piloto que volvió con su parabrisas blindado de 38mm de espesor roto por una bala, ¡se había colado una bala real en la cinta de munición de entrenamiento!
Para proteger mejor al avión objetivo y al piloto, la última versión del Pinball, el RP-63G tenía un blindaje extendido para proteger las entradas de refrigeración del motor. Además, se agregaron más luces en el fuselaje y las alas para mejor indicación de cuando los artilleros hacían blanco. Solo se habían entregado 32 de estos Pinballs mejorados cuando se canceló la producción, tras la rendición de Japón.
Los aviones del programa Pinballs y balas frangibles se transfirió del Comando de Entrenamiento de la USAAF al nuevo Comando Aéreo Estratégico, donde continuaron ayudando a entrenar a los artilleros B-29. Sin embargo, en 1948, incluso SAC había abandonado el programa. Los aviones Pinball supervivientes fueron redesignados como QF-63, esto es, blancos aéreos no tripulados.
Este año se cumplen cien años de la creación de la Aeronautica Militare, y nos va a dejar numerosas imágenes espectaculares, de hecho en Twitter hemos podido ya ver algunas formaciones de cazas de varias generaciones que cortan la respiración. Y la entrada en The Aviationist sobre el festival aéreo del centenario de la Aeronautica es de lectura obligatoria para los aerotrastornados…
Pero hoy tan sólo os vamos a dejar los vídeos de tres aparatos históricos de la Aeronautica Militare, que los han restaurado y puesto en vuelo para las celebraciones.
Primero, una réplica a escala 1:1 de un Caprini Ca.3, posiblemente uno de los padres de los bombarderos pesados.
Por otro lado, el caza ligero Fiat G.91, nacido de un concurso para dotar a los aliados de la OTAN de un caza ligero pero moderno y capaz.
Y, para terminar, uno del TF-104, la versión de entrenamiento de este caza con apariencia de misil tripulado.