Embraer ha anunciado que ha completado con éxito la campaña de ensayos en vuelo para certificar el Sistema Modular Aerotransportado de Extinción de Incendios (MAFFS II, como el que monta el C-130 Hércules), que proporciona al C-390 capacidad como avión apagafuegos.
El sistema, paletizado, puede descargar los 3000 galones (11350 litros) en cinco segundos, cubriendo un área de 2km de largo por 305 de ancho o repartir su contenido de agua con retardante en varias descargas. El tiempo de recarga, que debe ser obligatoriamente en tierra, es de menos de 12 minutos.
Después de la certificación, la capacidad de extinción de incendios estará disponible para los operadores de aeronaves.
Así el C-390 se une al Hércules, ya veterano en estas labores, y al A-400M, que ha realizado los ensayos recientemente. En esta ocasión no haremos una comparación con el sistema del C-130 y del A-400M, puesto que es igual que el del Hércules, así pues esta comparación que publicamos en agosto es aún válida.
Dos bombarderos estadounidenses B-52 sobrevolaron el parlamento y el palacio de Estocolmo el viernes 2 de septiembre durante las maniobras que se han realizado en Suecia de forma conjunta con los USA.
Los dos aviones de la Fuerza Aérea de EE. UU. fueron escoltados por cazas JAS Gripen mientras sobrevolaban la capital alrededor de las 12:15 p. m. (10:15 GMT). Si bien los bombarderos estadounidenses han participado en ejercicios en Suecia antes, fue la primera vez que sobrevolaron la capital.
Suecia y Finlandia solicitaron unirse a la OTAN en mayo, tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Desde entonces, Estados Unidos y otras potencias occidentales han intensificado los ejercicios militares en la región.
En 1936, la Royal Air Force quería encontrar un arma antiaérea que pudiera derribar aviones enemigos de un solo impacto. Realizaron experimentos y descubrieron que los proyectiles de 40 mm o más grandes podían causar suficiente daño.
En 1938, la Royal Air Force contacta con dos fábricas, Vickers y Rolls-Royce para el desarrollo de una nueva generación de cañones de aviación de 40 mm. Los desarrollos de Rolls Royce no llegaron a nada. El de Vickers…
El diseñador jefe Percy Higgson desarrolló el cañón aéreo tipo S de 40 mm basado en el cañón de 37 mm (Cow Gun) de Coventry Works.
En base a la información disponible, Vickers eligió el proyectil de artillería antiaérea de 2 libras de la Marina como munición para el cañón de avión Tipo S de 40 mm.
A principios de 1940, el prototipo fue enviado a Woolwich para ser probado en la Dirección General de Artillería. La prueba fue muy exitosa. Poco después, Vickers recibió el primer lote de pedidos.
Más tarde, el cañón de 40 mm de la compañía Vickers se instaló en una torreta especialmente diseñada para el bombardero Wellington Mk.II (número L4250) para realizar pruebas.
Con un arma de tal calibre, longitud de cañón y tamaño de la torreta, el Wellington parecía un tanque con alas. La torreta defensiva no fue, finalmente, adoptada por la RAF. Es de suponer que se enfrentaría a los mismos problemas que otros cañones de calibre equivalente que se ensayaron durante la época: la velocidad de boca era relativamente pequeña, la caída del proyectil era mucha, y la puntería difícil. Si esto era tarea ardua contra bombarderos, tanto más como arma defensiva de bombarderos contra cazas pequeños y ágiles.
Después de la caída de Francia en junio de 1940, John Bull necesitaba urgentemente un arma que pudiera destruir las unidades blindadas alemanas, cada vez con blindajes más gruesos.
Los expertos de la Administración General de Artillería concluyeron que si se producía un proyectil perforante de blindaje de 40 mm adecuado, el cañón Vickers S podría usarse contra tanques y vehículos blindados alemanes. La Fuerza Aérea Británica realizó inmediatamente un pedido de 100 cañones Tipo S para instalarlo en Hawker Hurricanes.
Para equipar el cañón, Hawker debería modificar el diseño del caza. Antes de que el Hurricane fuera modificado, el cañón sería instalado y ensayado en un Mustang I de la RAF.
En septiembre de 1941, el cañón de 40 mm se instaló en un Hurricane II Tipo B (No. Z2326) para realizar pruebas, que resultaron exitosas: El proyectil perforante penetró el casco y la torreta blindadas del tanque que se usó como objetivo.
Al principio, los cañones de 40 mm se encasquillaban con frecuencia. Más tarde, se descubrió que el material del proyectil utilizado por Kynoch, el fabricante, tenía un coeficiente de expansión térmica alto, por lo que al ser disparado, con el calor se expandía y quedaba encasquillado. Como medida temporal, se debía aplicar aceite lubricante al proyectil antes de cargar la munición.
Los británicos modificaron el Hurricane II C para acomodar dos ametralladoras de 7.7mm, cuyas trazadoras servían para hacer de puntería y para una relativa autodefensa, y dos cañones de 40mm, con 15 tiros por arma. Recibirían la designación de Hurricane II D. La producción comenzó en la primavera de 1942.
Según las necesidades, el cañón Vickers tipo S de 40 mm puede disparar dos tipos de munición, perforante (AP) o de alto poder explosivo (HE), con una cadencia de tiro de 100 disparos por minuto.
Los proyectiles perforantes se dividen en Mk I y Mk V. El proyectil I pesa 2 libras y puede penetrar de 50 mm de blindaje en un ángulo de 30 grados. El V, desarrollado en 1943, pesa 3 libras y su capacidad perforante había aumentado en un 10 %. Básicamente podían destruir cualquier tanque alemán, a excepción del Tigre.
El comportamiento balístico de la munición de 40mm era más próximo al de las ametralladoras que el de los cohetes antitanques, por lo que se estimaba que el 25% de la munición del primer tipo hacía blanco, mientras que tan solo el 5% de los cohetes hacían blanco.
Sin embargo el Hurricane para ataque a tierra con cañones caza tanques poco tenía que ver con sus hermanos: era 64km/h más lento y mucho menos maniobrable.
En junio de 1942 la primera unidad operativa fue desplegada en África, donde tuvo éxito desde sus primeras misiones. Sin embargo fue presa fácil de los Bf 109F.
El Hurricane caza tanques también entraría en servicio en el teatro de operaciones del Pacífico, donde el más ligero blindaje empleado por los japoneses lo hacía incluso más efectivo.
El Hurricane Mk II fue mejorado, con cuatrocientos caballos más y 175kg de blindaje adicional. Además fue equipado de las que se vinieron a llamar «alas universales», que podian montar cualquier combinación de ametralladoras y cañones de las distintas variantes del Hurricane, además de bombas y cohetes, naciendo así el Mk IV.
Los aviones apagafuegos del 43 Grupo y sus tripulaciones son aclamados como héroes cada verano. De hecho, para conocer bien desde dentro la unidad es más que aconsejable leer el libro En Pasada.
Pero tampoco está de más echar un ojo a este vídeo, en el que se repasa un poco la historia del apagafuegos de Canadair.
Los primeros apagafuegos fueron aviones agrícolas reconvertidos. Posteriormente, se utilizaron aviones retirados de la Segunda Guerra Mundial transformados en bombarderos… de agua. Había muchos aviones disponibles y baratos, y una ley ideada para proteger a la industria aeronáutica impedía usarlos para vuelos comerciales. Por ello muchos fueron utilizados como aviones ejecutivos, y otros muchos como aviones apagafuegos.
Pero fue Canadair quien se decidió a desarrollar una aeronave específicamente para este cometido. El avión tenía que volar sobrecargado, maniobrando casi como un caza y a muy baja altura. De ahí las superficies de control sobredimensionadas, ¡casi parecen tener un tamaño exagerado! Además, tras la descarga, puede volver a cargar en cualquier lámina de agua cercana al incendio, en lugar de tener que volver a base a repostar, como los viejos bombarderos de la Segunda Guerra Mundial reconvertidos a bomberos.
No os perdáis todos estos detalles y algunos más en el siguiente vídeo.
Gracias a este vídeo ahora sabemos que los están utilizando de forma operativa en los incendios de California de este verano.
Convatir el fuego durante la noche tiene sus ventajas: el viento se calma, hace menos calor… y se intentaron vuelos nocturnos de extinción, hasta que en los 70 hubo un grave accidente, una colisión en vuelo, y se detuvieron.
Ahora algunas empresas de extinción de incendios han retomado este negocio. Utilizan gafas de visión nocturna, mejoradas, para ver a través del humo y poder escoger qué foco atacar mejor.
Además las compuertas de descarga del Chinook de Coulson están automatizadas. Pueden programarse las coordenadas GPS entre las que se desea que caiga el agua, y un ordenador de a bordo calcula de forma automática dónde hay que abrir la compuerta y dónde hay que cerrarla para que la descarga de agua caiga justo entre las coordenadas de GPS marcadas.
En el vídeo pueden verse todo tipo de detalles. El inglés se entiende muy bien, y los subtítulos funcionan adecuadamente.