04/05/2008
Ayer decidí poner final a mi puente fuera de Madrid de forma anticipada y premeditada. Los motivos eran varios. Por un lado el coger menos atasco a la vuelta. Por otro lado poder comer con mi señora sargenta digo madre el día de la idem, y por otro… ese pequeño pájaro de madera y tela y metal, con su motor de 1000CV, chato, de fuselaje corto y ancho…
Llevaba tres años deseando verlo en vuelo. Ya cuando en su día anunciaron que tal vez volase cierto fin de semana, me vine ese fin de semana desde Palma de Mallorca, donde trabajaba como ingeniero de mantenimiento entonces, a Madrid solo para verlo. Pero no voló. Ese Mosca (para unos) o Rata (para otros) me tuvo en jaque durante mucho tiempo, yendo siempre que podía a la FIO para verlo volar. Estando ya trabajando como calculista, voló sobre Getafe para unas pruebas… justo un día que yo tuve que salir un poco antes, así que se me escapó una vez mas, tampoco lo vi.
Hoy si, hoy estaba allí preparado para volar. Jose María Bravo, piloto de un Mosca cuya librea se ha tomado para decorar éste estaba presente para ver el vuelo y firmar libros. No he podido caer en la tentación de traerme a casa El Seis Doble, su biografía firmada y el manual del Mosca, éste sin firmar, por falta de tiempo. A Tuckie le debo una disculpa, le puse los dientes largos, con idea de cogerle un manual de Mosca, pero se agotaron, y trabajo nos costó conseguir un ejemplar a Bore y otro a mi.
Arranca el motor, tose, gira, a la primera oiga. Sin problemas… Hemos hablado con uno de los mecánicos que lo ha puesto en marcha después, nos ha dicho que iba redondo, que ha arrancado a la primera. Creí que el motor sería un motor radial estadounidense, pero nos ha sorprendido el mecánico cuando nos ha dicho que es un motor soviético de 1000CV de los que montaban estos pájaros… Creí que a Bore y a mi se nos iba a caer la baba de un momento a otro y que iban a tener que pasar un camión limpiando la zona antes de que pudiesen tomar pista, de lo resbaladizo que tenían nuestras babas aquella zona.
Aun tengo los pelos de punta, y sigo escuchando a estas horas el sonido de ese motor, y viendo la estampa de ese pájaro sobre los cielos de Cuatro Vientos. Creo que aun podría pasarme horas corriendo con los brazos en cruz y haciendo el ruido del motor con los labios, imitando ser ese avión… Y espero volver a verlo en vuelo en breve.
Lo siento, no voy a poder poner ni fotos ni vídeos, me dejé la cámara en casa, y mi padre (novato con las video cámaras) al final no grabó nada…
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