Un par de páginas de alas volantes…

El problema de diseñar un avión es que la gente es muy quejica: que si me mareo si esto da muchos tumbos, que si no me gusta porque no tiene cola, que si me estrello qué va a pasar… ¡¡si los humanos no se quejasen tanto sería más barato diseñar aviones!! ¿A ver, para qué quieren ir cómodos? Si el diseño ideal es un ala y nada más…

Como podéis imaginar estoy bromeando, hay que tener muy en cuenta a las personas que van dentro, pero no deja de ser un problema. El diseño ideal de un avión sería seguramente un ala volante, sin cola, fino… pero unos seguramente no subirían por ser un avión raro, por no tener la forma que tiene que tener (si a veces cuesta aceptar un nuevo diseño de coche imaginad en un avión), otros no subirían por eso de tener que ir tumbados o por el hecho de que o les metes en trocitos pequeños o no caben. Y los humanos tenemos esa fea costumbre de no poder ser comprimidos y empaquetados de forma cómoda en formato Zip.

En un avión la cola y el fuselaje son de esas cosas inútiles que sobran pero que los humanos echamos mucho de menos. EL fuselaje solo da peso y resistencia, no sustenta, pero es donde nos metemos. Y la cola sirve para mantener el equilibrio. Pero… ¿y si conseguimos eliminar la cola y el fuselaje y que aun así sea cómodo? De eso precisamente tratan en…

Está en inglés, lo sé, lo siento por aquellos que me leen que no saben inglés… pero es que sobre estos temas…

Trasteando en esa página podemos encontrar algun que otro artículo más, también curioso, como algunas alas volantes más antiguas o la descripción de las ventajas del aparato anterior junto con otro cuyos diseñadores llaman ‘El crucero de batalla Klingon (pero que frikis son los ingenieros…)

Por cierto, a ese proyecto de Boeing siempre le he visto dos pegas… uno el tiempo de evacuación, otro explicar a los que van en los asientos centrales por qué están taaaaaaaan lejos de las ventanillas, o por qué están en un compartimento sin luz natural.

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