La última pasada

Hace nada fusilaba una entrada a Alpoma, y hoy lo voy a hacer a @RPla, de su blog Lo Marraco. En ella cuenta el ñultimo vuelo de Mark Hanna en su Buchón.

Buchon en Sabadell

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RPla escribió: 

Esta tarde he bajado de la estantería el escaner de diapositivas. Es un escaner sencillo y quería comentarlo en el blog, pero la verdad es que desde que lo compré ha pasado más tiempo en la estantería que sobre la mesa.

 

El caso es que esta tarde tenía que escanear algunas diapositivas y lo he bajado. Puesto en faena, y como no tengo las diapositivas muy ordenadas, he tenido que empezar a mirar caja por caja. Por suerte no son muchas, debo tener algo menos de 1500 diapositivas en archivadores reflecta CS. Como suele ocurrir siempre que revuelve uno en el fondo de los cajones, ha habido descubrimientos sorprendentes. Entre ellos esta imagen.

 

Es una diapositiva que hice en Sabadell el 26/09/1999 y es la foto de la última pasada de Mark Hanna y su Buchón disfrazado de Bf-109.

 

Era la víspera de la “Festa al Cel” y en Sabadell se llevaban a cabo los entrenamientos para la exhibición aérea. Yo me fui desde Figueres con mi hijo Roberto esperando ver un espectáculo aeronáutico inusual y tener la oportunidad de hacer buenas fotos. Me pues como otras veces en la terraza de la cafetería del aeropuerto desde donde hay una buena visibilidad sobre la pista y el aparcamiento y sobre todo de la calle de rodadura que pasa casi por delante de la terraza.

 

Allí estaba cuando vi el “messer” que venía a tomar tierra. Pasó muy bajo y le hice esta foto y me preparé para hacerle las fotos que pudiera cuando se encontrase en la pista de rodadura pasando por delante de mis narices. Por eso deje de seguir su vuelo por un momento y creo que el siguiente ruido al que presté atención fueron las sirenas de los bomberos y al girar la cabeza vi una horrible columna de humo negro en la cabecera de la pista, oculta por un desnivel del terreno.

 

Es difícil describir la sensación de encogimiento del corazón al entender lo que acaba de pasar y suponer la magnitud del desastre. El resto del día fue triste. La verdad es que cuando revelé el carrete guardé las diapositivas y no las había vuelto a ver. Hoy al verlas de nuevo, siento otra vez el corazón encogido y esa especie de tristeza y de nostalgia por Mark y tantos otros compañeros que han fallecido a los mandos de sus aviones. Nos consolamos muchas veces pensando que murieron haciendo lo que más les gustaba, pero nos recome la duda de si se podría haber evitado y la tristeza de la perdida de un camarada, de otro entusiasta de la aviación. 

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