Incluso sin cola, el B-52 “Lo mejor que he volado”

No tail, no promlem
 
El 10 de Enero de 1964, comenzó como un día típico para el grupo de pruebas de vuelo en la planta de Boeing en Wichita. El piloto Chuck Fisher despegó en un B-52H con una tripulación de 3 hombres de Boeing, para obtener datos estructurales en una misión rutinaria.
 
 
Sobre Colorado, a 500 pies sobre el terreno montañoso, el B-52 se encontró con algo de turbulencias. Fisher trepó a 14,300 pies buscando aires más tranquilos. Aquí acaba el día típico. El bombardero volaba en turbulencia. Sintió como si el avión hubiera sido puesto en un ascensor gigante de alta velocidad, empujado arriba y abajo, y golpeado por un fuerte golpe en el lado derecho.
 
 
Fisher dijo a la tripulación que se preparase para abandonar el avión. Deceleró y bajó a unos 5000 pies para facilitar el salto.
 
 
Pero entonces Fisher recuperó cierto control. Trepó despacio a 16000 pies para ganar altura de seguridad con el suelo. Informó a Wichita de lo que sucedía. Aunque era difícil de controlar, Fisher dijo que creía que podía devolver el avión de una pieza.
 
 
La respuesta a la situación en Wichita, y en cualquier otra parte , fue inmediata. Se prepare un centro de control de emergencia en la oficina del director de vuelos de prueba en Wichita. Los ingenieros clave de Boeing y otros especialistas fueron convocados a aportar su experiencia. Los centros de control de tráfico de la Federal Aviation Administration despejaron el espacio aéreo en torno al avión en problemas. Un B52 del Strategic Air Command (SAC) en el área mantuvo contacto de radio con la tripulación del B-52 de Wichita.
 
 
Según Fisher se acercaba a Wichita, se despachó un avión de Boeing para reunirse con él y reportar los daños visualmente. Cuando Dale Felix, volando un caza F-100, llegó al lado del B52 de Fisher no podía creer lo que vio: El Empenaje vertical del B52 había desaparecido.
 
 
Felix transmitió las noticias a Fisher y a aquellos reunidos en el centro de control. No hubo pánico. Todos en el avión y en el centro de control sabían que podían ser llamados en cualquier momento para algo similar.
 
 
EN el centro de control de emergencia , los ingenieros comenzaron a hacer cálculos y sugerir la mejor forma de bajar el avión de un modo seguro.
 
 
La Fuerza Aérea también presto su ayuda. Un B-52, despegando justo para un vuelo de rutina, fue usado para probar las diversas configuraciones de vuelo sugeridas por los especialistas antes de que Fisher tuviera que probarlas.
 
 
Como soplaban vientos de Fuertes ráfagas en Wichita, se tomó la decision de desviar el B-52 a la base de la Fuerza Aéra de Blytheville en Nordeste de Arkansas.
 
 
Los especialistas de Boeing del centro de control despegaron en un KC-135 y acompañaron a Fisher a Blytheville, sirviendo como un centro de control aerotransportado.
 
 
Seis horas después de que ocurriera el primer accidente, Fisher y su tripulación lograron aterrizar a salvo el B52 dañado.
 
 
Fisher declaró: «Estoy muy orgulloso de esta tripulación y de este avión. Además tuvimos a mucha gente ayudándonos, y estamos muy agradecidos por ello.» El B-52, añadió Fisher , «Es el mejor avión que he volado nunca»
 
 

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