Herschel, el mayor observatorio espacial ya está de camino

Nota de Prensa EADS Astrium – 14 de mayo de 2009)

  • El del 14 de mayo es el trigésimo lanzamiento exitoso consecutivo del Ariane 5
  • Astrium construye el mayor telescopio espacial del mundo
  • Los instrumentos detectan la más débil radiación del universo gracias al superenfriado
  • Astrium suministra asimismo componentes clave del satélite de investigación Planck

Un cohete Ariane 5 llevó al espacio los satélites científicos Herschel y Planck. Herschel, el mayor telescopio de espejo reflector enviado al cosmos hasta la fecha, detectará la luz infrarroja invisible de las galaxias lejanas y observar el nacimiento de estrellas y planetas. El satélite Planck observará hasta los confines exteriores del espacio e investigará la radiación cósmica de fondo. Ambas misiones representan sendos hitos de la astronomía moderna y la más importante aportación de Europa al presente Año de la Astronomía. En ambos proyectos de la Agencia Espacial Europea ESA participa de forma activa la empresa espacial Astrium.

 

El lanzamiento de estos dos satélites, que se encaminan en este momento en dirección al denominado punto de Lagrange L2 (situado a aproximadamente 1,5 millones de kilómetros de la Tierra

 

Herschel y Planck deberían llegar en unos seis meses a su destino operativo, el punto de Lagrange L2, y comenzar con sus trabajos científicos. Los puntos de Lagrange son lugares en los que se produce un equilibrio gravitatorio entre dos cuerpos celestes. Las dos sondas espaciales, sin embargo, no se detendrán en el destino de su viaje, sino que orbitarán en torno al imaginario punto L2. De esta forma pueden llevar a cabo constantemente sus observaciones en un entorno térmicamente estable, libres de las influencias producidas por el Sol, la Tierra y la Luna.

 

Herschel, un telescopio superfrío a la búsqueda del origen de las estrellas
El centro de Astrium de Friedrichshafen, encuadrado en un consorcio industrial internacional bajo la dirección de Thales Alenia Space, está a cargo del módulo de carga útil del satélite Herschel, que se compone del criostato (una especie de «superenfriador») de la unidad óptica con sus instrumentos y del generador solar con pantalla para la protección del sol (responsabilidad de Dutch Space, filial de Astrium). Astrium España participa con componentes electrónicos para el instrumento PACS, suministra también un cableado de conductividad térmica especialmente baja, la estructura del módulo de servicios y los tubos de fibra de carbono que conectan este módulo con el de carga útil de Herschel. Además Astrium (Friedrichshafen) es la responsable de la integración y pruebas del satélite.

 

El espejo de carburo de silicio (SiC) de Herschel, fabricado por Astrium y Boostec en Toulouse, muy ligero, con una masa de sólo 350 kilogramos y un diámetro de 3,50 metros, fue uno de los desafíos técnicos de la fabricación del satélite. En la actualidad, éste es el mayor telescopio espacial anastigmático presente en el cosmos. En comparación, el telescopio Hubble, que funciona en la franja visible del espectro, está equipado con un espejo de sólo 2,40 metros de diámetro, que pesa aproximadamente una tonelada.
Mediante el telescopio espacial Herschel los científicos quieren escudriñar a miles de millones de años luz de distancia en el espacio, y de esta forma echar una mirada al nacimiento y la infancia de las estrellas. Herschel observará estrellas y galaxias en formación en la franja infrarroja con una resolución jamás alcanzada hasta ahora. También detectará la debilísima radiación térmica del polvo cósmico en el momento en que éste se conforma en estrellas y galaxias. Para que los instrumentos de detección no queden «deslumbrados» por la radiación térmica que emana durante el funcionamiento del satélite, deben ser enfriados en el interior del criostato, un recipiente que se refrigerará hasta llegar a los -271,6º Celsius (menos de dos grados por encima del cero absoluto). Esta bajísima temperatura se obtiene utilizando 2.300 litros de helio líquido, que bastan para más de cuatro años de funcionamiento en el espacio.

Planck: Tras las huellas de la luz del big-bang
Con el satélite de investigación Planck los científicos quieren emprender un viaje en el tiempo a 13.800 millones de años atrás, a los comienzos del cosmos, y detectar la «primera luz» del universo. En la captación de lo que se denomina radiación cósmica de fondo desempeñan un papel protagonista los dos espejos del telescopio del satélite, desarrollados en Astrium, Friedrichshafen, y que se han fabricado en un sándwich de materiales compuestos reforzados por fibra de carbono. Mediante los dos espejos de Planck se enfoca la radiación de microondas recibida a dos instrumentos de altísima sensibilidad. Astrium España suministra la estructura de módulo de servicio y componentes electrónicos para la refrigeración de Planck y los instrumentos de alta y baja frecuencia (HFI y LFI).

La radiación cósmica de fondo es una reliquia de los albores de nuestro universo, generada apenas unos pocos cientos de miles de años después del big bang, cuando el universo aún se encontraba a una temperatura de varios miles de grados. En ese momento los protones y electrones libres, que hasta entonces habían dispersado la dirección de esta radiación, se combinaron para formar átomos neutros de hidrógeno, momento en que el universo se tornó transparente.

Durante dos años y medio, en su posición cercana al segundo punto de Lagrange, el telescopio espacial Planck medirá esta radiación mediante un instrumento de alta frecuencia y otro de baja en un total de nueve bandas distintas de frecuencia.

Gracias a la detección de diferencias mínimas de temperatura Planck no sólo investigará sobre la etapa más temprana del Universo. De estos datos, los científicos esperan asimismo obtener respuestas a importantes cuestiones de la cosmología: ¿Qué ocurrió exactamente en el big bang? ¿De qué formas de materia, radiación y energía se compone en cosmos actual? ¿Qué antigüedad tiene, y cómo se han formado sus estructuras?

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