CubCrafters rompe récords: el Carbon Cub UL alcanza los 37609ft (11460m) sobre el nivel del mar en una demostración que subraya el potencial de las aeronaves ligeras en alta montaña. El modelo escogido para el vuelo fue el Carbon Cub UL, estableciendo un nuevo récord de altitud —no validado por la FIA, por tanto es no oficial— para este tipo de aviones. El vuelo tuvo lugar el 28 de octubre sobre la costa californiana, partiendo del aeropuerto de San Luis Obispo (KSBP) bajo condiciones meteorológicas óptimas y con autorización del centro de control de tráfico aéreo de Los Ángeles (ARTCC).

El récord de altitud —este sí, oficial— está en 30203 pies (9 206 metros) y fue establecido en 1951 por la aviadora Caro Bayley a bordo de una PA‑18 Piper Super Cub sobre Miami. Ese registro fue reconocido por la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) en la categoría C‑1b de aeronaves ligeras y le valió la prestigiosa Medalla Blériot.
El Carbon Cub UL es un desarrollo de CubCrafters, empresa centrada en mantener la filosofía del diseño original de las Piper Cub, pero introduciendo materiales como la fibra de carbono, y motores modernos como el Rotax 916 iS —de inyección y sobrealimentado con turbo— para lograr una relación potencia‑peso excepcional.
“Este logro ejemplifica todo lo que representamos: innovación, artesanía y la valentía de ir más allá de los límites. La visión original de Jim Richmond, fundador de la compañía, era mejorar el Super Cub, considerado el caballo de batalla de la aviación de montaña. Estoy seguro de que Jim estaría orgulloso del equipo”. Brad Damm, vicepresidente de CubCrafters
“La Cub voló con mucha facilidad. Estábamos fuera de los parámetros habituales de operación, así que procedimos con cautela. Fue impresionante estar en un avión de tela y tubo a esa altura; incluso escuchamos a pilotos de aerolíneas preguntar a la torre qué hacía una Cub allí”. Kotwicki

El piloto Jon Kotwicki inició el ascenso a las 9:55 a.m., alcanzando los 37609ft tras aproximadamente 62 minutos. La temperatura en el exterior del avión a esa altitud era de –46 °C. Para evitar la hipoxia, Kotwicki llevaba un equipo de Mountain High Equipment & Supply que le proporcionaba el oxígeno necesario.
El proyecto ha sido posible gracias a:
- Paulo Iscold, profesor de Ingeniería Aeroespacial en Cal Poly San Luis Obispo.
- Tres Clements (Aerocrafted), que aportó instalaciones, herramientas y apoyo terrestre.
- Rotax, como asesor técnico y desarrollador del motor.
- Patrick McLaughlin (Mountain High Equipment & Supply), responsable del sistema de oxígeno.

Iscold señaló que el objetivo inicial era superar los 30200 pies para batir el récord anterior, pero “las condiciones fueron tan favorables que continuamos hasta los 37 609 pies”.
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