El paso lógico (Aviones comerciales sin piloto)

Desde que en 1972 volara el primer Crusader modificado con controles Fly by wire, el mundo de la aviación ha permanecido relativamente hermético a los avances tecnológicos.

El Fly by Wire, fue una revolución silenciosa, se llevaba probando desde los años 50. Implicaba la eliminación de los controles mecánicos por cables de acero y sistemas hidráulicos que estaban siendo utilizados desde los comienzos de la aviación. Este sistema implicaba eliminar la sensación de vuelo tan familiar a los pilotos. Las protestas fueron grandes y, conforme evolucionó el sistema (el de hoy día poco tiene que ver con aquel de 1972), se introdujeron sistemas de “simulación de circunstancias” en los mandos de control. Es decir, una computadora analizando las variables de velocidad, actitud del aparato, etc, endurece, sacude o afloja los mandos.

El Fly by Wire, hoy en día es algo completamente aceptado en los aviones de pasajeros y los que le vaticinaban una corta vida, son historia. Pero lo verdaderamente importante, el argumento principal de los pilotos contra las UAVs, las insustituibles sensaciones del vuelo, quedan desmontadas por ser falsas. Aquí un piloto de carrera con 40 años de profesión e innegables fantásticas experiencias de vuelo, me rebatiría que no hay nada que sustituya los efectos de la gravedad en la cabina. Curioso, es algo que se ha intentado erradicar desde los días de los bombardeos en picado y los primeros reactores.

Un simulador moderno (no estoy hablando de un videojuego) genera una señal en un procesador, exactamente igual que los mandos del piloto en un avión fly by wire, y sus mandos pueden ser modulados con “falsas sensaciones” exactamente igual que los mandos de cabina actuales. La diferencia es que un simulador está fuera del avión.

Pero, ¿y si la señal del simulador pudiera llegar al avión y la de los instrumentos del avión, con un sistema de visión periférico, al simulador? Creo que la conclusión es evidente: No habría ninguna necesidad de que el piloto permaneciera a bordo.

Tendría muchas ventajas. El piloto podría ser relevado o asistido en cualquier momento, el avión no podría ser secuestrado jamás por medios físicos pues no habría mandos que tomar ni pilotos que intimidar, se eliminarían todos los sistemas de mantenimiento de vida en la cabina de mando (con el consiguiente ahorro de peso que en aviación comercial equivale a $). Hoy día es posible y la pelota está en el campo de las telecomunicaciones. La clave es cómo llevar esa señal de modo seguro a los aviones sin riesgo de interferencias atmosféricas o terroristas.

Siento decepcionar a los amantes de la Ciencia Ficción, la Inteligencia Artifical (IA) está más que en pañales para confiarles la vida de nadie. Dejaremos su uso para los aparatos militares donde hay aplicaciones más apropiadas.

Las horas de los pilotos comerciales están contadas

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