De avión de guerra a transporte ejecutivo

La entrada del Catalina convertido en yate volante nos ha traído a la memoria otros aviones que pasaron de ser aviones militares a aviones de pasajeros.

Posiblemente los casos más conocidos son los de Learjet, o los de Havilland DH.4 y DH.9 o los Vickers Vimy reconvertidos tras la Primera Guerra Mundial en aviones de pasajeros.

Pero hay otros casos más llamativos…

Wildcat

FM-2 Wildcat convertifo en avión ejecutivo

Por ejemplo tenemos este General Motors FM-2, BuNo 86680, convertido en avión ejecutivo. En 1946 pasó a manos de Richard R. Carlisle con matrícula civil N55558, y de 1955 a 1956 estuvo en manos de Alfred T. Whiteside, como N777A. Fue entonces cuando fue modificado para albergar una cabina para cuatro pasajeros en el fuselaje, por detrás y por debajo del piloto. Pasó por varios manos, hasta sufrir un accidente, después del cual fue restaurado a su estado original. vía Aerial Visuals.

Flying Fortress

B-17 convertido en avión ejecutivo

Aunque existieron más de 25 versiones distintas de este avión, incluso una apagafuegos, posiblemente una de las más especiales fue la de avión ejecutivo.

Tras la Segunda Guerra Mundial, muchos de los pilotos, ya formados, intentarían pasar a las aerolíneas. Y con aviones baratos del excedente militar, no era raro el convertir los aviones en cargueros, aviones de línea, o aviones ejecutivos. Este fue el destino del B-17 que encabeza estas líneas.

Este B-17G (44-85728), construido por Vega, tenía tan pocas horas de vuelo que había ido directamente de la línea de fabricación al almacenamiento. No llegó a ver servicio operativo en la guerra.

Fue comprado en 1946 por la TWA y recibió un certificado de tipo restringido que le impedía transportar personas o carga. Estos certificados de tipo restringidos eran un guiño de las autoridades a la industria, puesto que sabían que si los excedentes militares inundaban el mercado, la industria dejaría de ser competitiva y se ahogaría. Por eso muchos bombarderos se transformaron en apagafuegos o aviones ejecutivos, como nuestro protagonista.

En la propia factoría de Boeing el avión fue desprovisto de todo equipo militar, se le instalaron grandes ventanas en las troneras de los artilleros. Se actualizaron la aviónica y los motores, y se instaló un interior más cómodo y propio de un avión ejecutivo.

La designación del B-17 de Boeing era Modelo 299. Las distintas variantes se indicaban con una letra. Y como ya se había llegado al Modelo 299Z, esta variante civilizada fue denominada Modelo 299AB. (vía Avion Trivia)

Cavalier Mustang

En los cincuenta y en los sesenta aún era fácil conseguir Mustangs a buen precio. Y eso fue lo que David B. Lindsey JR, un editor de Florida, que se hizo en 1956 con ocho F51D Mustangs, excedentes de la fuerza aérea canadiense y los renombró Cavalier.

Durante los 60 vendió varias variantes del avión, todas desarmadas, con aviónica más moderna, cabina biplaza insonorizada, cuya principal diferencia era la capacidad de combustible que transportaban.

El Cavalier aún pudo tener otra vida como avión militar, cuando en 1967 recibió un motor turbohélice y fue rediseñado como avión de ataque a tierra ligero para un requerimiento de aviones COIN (COinter INsurgency).

Tras la quiebra de Cavalier el proyecto fue comprado por Piper y sería renombrado Piper PA-48 Enforcer, Finalmente no tuvo éxito. Vía Air Vectors.

Douglas B-23

Otra extraña carambola del destino en la que un avión comienza su diseño como civil para pasar a militar y volver a ser civil. El B-23 es un bombardero basado en el DC-3, aunque de éste apenas conserve el ala y el tren de aterrizaje. Nunca vio servicio como bombardero, pero muchos se convirtieron en aviones de transporte militar, designados UC-67, y de ahí saltaron a su uso como avión ejecutivo.

El que esta sobre estas líneas fue vendido a Pan Am en el 46, con el consabido certificado de tipo restringido, y posteriormente a Mecom Oil. Sería abandonado en el aeropuerto de atenas en los 60, donde sería desguazado. Vía HMONG, aunque también se puede encontrar en Airliners.

On Mark Marksman B-26

Otro de los aviones que se han visto volando hasta hace poco como apagafuegos convertido en avión ejecutivo fue el Douglas A-26 / B-26 Invader.

La conversión a avión ejecutivo la hacía On Mark Marksman, entre 1954 y mediados de los 70.

Las primeras conversiones consistían en eliminar el armamento o las compuertas de bombas. Posteriormente las conversiones fueron mejorando, con cambio de aviónica o frenos. Las últimas, como el de arriba, tenían el fuselaje presurizado. Vía Wikipedia.

Howard 500

El Howard 500 estaba basado en el avión militar Lockheed Ventura o en el Lodestar, que a su vez derivaban de los aviones de pasajeros Super Electra. Durante los 60 Howard Aero se dedicó a convertir los excedentes militares de estos aviones en aviones ejecutivos. vía Wikipedia.

Hawker Firefly

El Firefly fue un caza biplaza embarcado que no destacó precisamente por su gran desempeño militar y terminó sirviendo en distintas marinas en las más variadas funciones, desde avión de lucha antisubmarina a entrenador o arrastrando blancos.

Este de arriba se fabricó vomo Firefly AS.6. y se convirtió a TT.6. Entró en servicio con la Australian Royal Navy, hasta 1950, cuando causó baja. En 1965 se le hizo un overhaul y se mandó a Canadá, conde fue convertido en avión civil para 8 pasajeros. En los 70 fue restaurado a su configuración original. Vía Fleet Air Arm Association of Australia.

P-61 Black Widow

El Black Widow era un caza nocturno grande, muy grande. Casi tanto como un bombardero medio. Tanto que los pilotos tendrían a volarlo más como un bombardero que como un caza… hasta que un piloto demostrador de Northrop hacía acrobacia con un motor parado. Y no se libró de esta fiebre de ser convertido en avion de pasajeros. Además su espaciosa y acristalada cola daba mucho juego para instalar un «salón». Aunque la foto de arriba del todo es de un avión apagafuegos, parece ser que finalmente no se llevó a cabo la conversión a ejecutivo, nos sirve para ver como queda un Black Widow civilizado. Vía Avia Déjà vu.

Otro día, más…

Y ya sabéis, si os ha gustado la entrada, ¡seguidnos!

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